SEXUALIDAD MASCULINA
¿Por qué lo hombres tienen que estar "siempre listos"?
Durante siglos, la cultura ha obligado al hombre a protagonizar y sostener el rol de activo full time en lo que respecta a su sexualidad, ligando incluso su masculinidad al sí fácil, con cualquiera, de cualquier manera y en cualquier lugar. Es hora de cuestionarlo.-El mandato social que alcanza a varones jóvenes y adultos para el ejercicio de su sexualidad genital pareciera darse en un marco de mayor libertad que el que alcanza a las mujeres. Pero lo cierto es que esta "libertad" no es tal. Tanto mujeres como varones cumplen con mandatos inhibitorios de cómo ejercer su sexualidad.
En nuestra cultura el inicio sexual de los varones es aceptado y estimulado. Los varones en la pubertad y en la adolescencia desarrollan capacidades, no sólo fisiológico y hormonales para ejercer una sexualidad genital, sino que también reciben la insistencia y el permiso social para iniciarse sexualmente. El rol social esperado para un varón es el de aquel que se muestra sexualmente deseoso, interesado, "siempre listo", que le gustan las mujeres y adquiere experiencia con muchas chicas antes de ponerse de novio.
Con respecto a los cuidados, se les aconseja utilizar preservativos pero sus padres no se los compran y tampoco les explican como utilizarlos. Suponen que ya saben todo. Por otro lado los jóvenes no preguntan en sus casas porque temen molestar a sus padres; tampoco compran preservativos por vergüenza o por no tener dinero propio para hacerlo. Sólo el 20% de los adolescentes se cuida en la primera relación sexual.
Los padres suelen pensar que sus hijos adolescentes tienen poca actividad sexual pero por lo general, no es así. Los varones se inician sexualmente aproximadamente a los 14 años. Suelen hacerlo con chicas de su edad y mantienen relaciones sexuales con una frecuencia semanal.
Tener relaciones sexuales les asegura el reconocimiento de sus pares lo cual resulta de gran importancia para un adolescente. Pero en esta búsqueda de asegurar su identidad masculina se dejan de lado los tiempos evolutivos, subjetivos y personales para tomar las decisiones. Quien se escape de este modelo será mirado con desconfianza como si fuera "raro".
Por otra parte la figura de la mujer queda relegada a ser un "objeto" de pertenencia para el uso sexual del varón y conocemos algunas de las terribles consecuencias que esto puede generar (violencia de género).
Ser masculino, ser varón, suele asociarse con la fuerza física, con la fortaleza de espíritu, con ser poco emotivos y muy racionales, con la figura de un hombre exitoso que no teme a los riesgos. Estos mandatos tienen efectos en la vida de los varones jóvenes y adultos, entre ellos: que tengan relaciones sexuales sin cuidarse asumiendo riesgos innecesarios en pos de "un deber ser".
En la consulta psicosexológica, generalmente de adultos, se observa cómo estos imperativos están presentes consciente o inconscientemente desde la juventud, causando dificultades en la respuesta sexual masculina. El temor a no rendir de la manera adecuada, a no responder con el deseo y el desempeño sexual esperados, expone a muchos hombres a sufrir, en algún momento de sus vidas, de una disfunción sexual.
Estos síntomas pueden ser pasajeros pero generan angustia y frustración (falta de erección, dificultades para sostener la erección, eyaculación precoz, eyaculación retardada, entre otras). Cuando aparecen estos síntomas los varones los ocultan por vergüenza y no consultan con un especialista. De esta manera una disfunción puede volverse crónica.
Los varones no tienen el hábito de concurrir al médico con asiduidad, postergan la consulta para cuando están muy preocupados o cuando la dificultad que tienen no les permite seguir cumpliendo con sus roles y actividades. Esto también responde a mandatos sociales aprendidos.
Una persona alcanza una vida vincular y sexual más sana y plena cuando puede reconocer su deseo y obrar en consecuencia, liberándose de cumplir con mandatos sociales y familiares que le exigen como se debe ser. Los mandatos suelen ser limitantes y "pesados" de llevar. Inhiben el funcionamiento psicofísico de las personas y generan síntomas. El sufrimiento emocional socava la capacidad de vincularse y de relacionarse con los demás.
Por todo esto considero importante destacar que los varones tienen derecho:
- A iniciarse sexualmente cuando lo deseen y con quien quieran.
- A acceder al conocimiento y a los métodos para cuidarse tanto de una infección de transmisión sexual como de un embarazo no planificado.
- A utilizar preservativo sin por eso sentirse menos "machos".
- A tener la cantidad de relaciones sexuales que deseen.
- A elegir a quien quieren como pareja, más allá de su condición sexual.
- A decir que no.
- A ir al médico para prevenir y cuidar su salud.
- A consultar con un profesional de la salud sexual y psicológica para conocer sus deseos, fantasías, temores y dificultades sin por eso sentir que pierden su hombría.
- A permitirse una relación sexual sin penetración ya que existen muchas otras maneras de estimular y estimularse, que pueden ser tanto o más placenteras que la penetración en sí misma.
- A enamorarse.
- A conocer y experimentar la diferencia del placer sexual puramente fisiológico en comparación con el placer que va acompañado de sentimientos amorosos, eróticos y tiernos.
Lic. Andrea Gómez
Sábado, 1 de septiembre de 2012