Pero, ¿quién descubrió la radio?
DIA MUNDIAL DE LA RADIO
La historia oficial dice que fue Guillermo Marconi en 1897, año en que le entregaron la patente de su invento. Sin embargo, hay registro de que otros tres grandes hombres de ciencia, lo “primeriaron”. Entonces, ¿Quién descubrió la radio?
Por Miguel Vidal
El 2 de julio de 1897, la Oficina de patentes de Londres, le otorgaba la número 12039 a Guillermo Marconi. Ese trámite burocrático sirvió además para que la polémica se instalará y siguiera vivita y coleando durante estos casi 120 años: ¿quien descubrió la radio?
Sus compatriotas dicen que el verdadero descubridor de la radio es Aleksander Stepánovich Popov, nacido el 4 de marzo de 1859 en la actual Krasnoturinsk, provincia de Perm, Rusia. A Popov se le atribuye la creación del primer receptor de radio: en 1895 construyó un aparato que registraba las alteraciones electromagnéticas de la atmósfera. En marzo de 1896, en el Instituto de física de San Petersburgo, Popov hizo una exposición ubicando emisores en distintas alas alejadas del edificio, que transmitían una señal electromagnética. El receptor ubicado en el auditorio, estaba a cargo del director del instituto: un tal Heinrich Hertz. Muy pocos se animan a discutir los méritos científicos de los experimentos de Popov, aunque algunos adhieren a que Marconi realizó la transmisión de señales inteligibles (ruidos, va) en los días previos a la muestra de Popov, con el detalle -no menor- de no haberla consumado frente a un auditorio científico.
Otro que tercia en la polémica es Nikola Tesla. Nacido en 1856.en lo que actualmente es Lika, Croacia, y siendo muy joven, enfermó de cólera y le pidió a sus padres que si sobrevivía, lo dejaran estudiar física y matemática. Los padres cumplieron, y Tesla se graduó con la ingeniería eléctrica como especialidad. En 1882 viajó a París para trabajar en la compañía Continental Edison. Allí desarrolló su teoría de la corriente alterna y diseñó el primer motor de inducción. Buscando apoyo financiero para construir un prototipo del mismo, aceptó irse a trabajar para la Empresa de Thomas Edison en la ciudad de Nueva Jersey, Estados Unidos. Muchos de los desarrollos realizados por el bueno de Nikola, fueron patentados por Edison como si fueran propios, lo que lo llevó a alejarse de su compañía. Años después, Edison y Tesla protagonizarían – compitiendo con sus sendas empresas de distribución eléctrica ubicadas en Nueva York – lo que se conoció como “La guerra de las corrientes”.
En 1891, apoyado por el magnate George Westinghouse –que ya había adquirido varios de los desarrollos de Tesla – diseñó y construyó lo que se conocen como las bobinas de Tesla, que transformaban en electricidad de alta frecuencia y alto voltaje, a la corriente continua de baja tensión. Con estas bobinas, Tesla descubrió que podía transmitir y recibir señales de radio cuando éstas estaban sintonizadas a la misma frecuencia.
En 1893, anticipándose 4 años a Marconi, construyó el primer radiotransmisor, logrando que por primera vez se transmitiera energía electromagnética sin hilos.
Tesla registró su patente de la radio en 1897, la que recibió recién en 1900. Sin explicación alguna, en 1904, la dependencia de patentes dio marcha atrás y otorgó a Marconi la patente del “inventor” de la radio. No pocos en esa época miraban al grupo Marconi, infiriendo que ese “cambio de dial” se debía a sus presiones económicas.
Cuando Marconi recibió el premio Nobel en 1909, Tesla inició una demanda judicial de la que debió desistir un tiempo después por falta de medios económicos. Testarudo, el serbio rechazó ser nominado para compartir el premio Nobel de Física en 1912. No era para menos: debía hacerlo con quien se había quedado con varios de sus desarrollos: Thomas Edison.
En 1943, luego de un largo juicio, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos reconoció a NiKola Tesla como el verdadero inventor de la radio. Pero, el mítico descubridor no pudo disfrutar del reconocimiento: había muerto empobrecido, unos meses antes.
El “cuarto en discordia” es el español Julio Cervera Baviera, quien había formado parte del equipo de Marconi en 1899, y habría obtenido sus primeras patentes antes de que terminara ese año, luego de resolver algunas de las dificultades que presentaba la telefonía sin hilos.
El 22 de marzo de 1902 se constituyó la Sociedad Anónima Española de Telegrafía y Telefonía sin Hilos ante un notario de Madrid. Según afirma el profesor de la Universidad de Navarra, Ángel Faus -autor del libro “La radio en España (1896-1977)”- “Julio Cervera aportó a la sociedad sus patentes para la radiotelefonía sin hilos obtenidas a su nombre en España, Bélgica, Alemania e Inglaterra: Las inglesas son significativas ya que se consiguieron sin oposición de Marconi y su entorno empresarial, lo que indica que se trata de un sistema distinto”. Cervera había nacido en Segorbe el 26 de enero de 1854 y cursó estudios de Ciencias Físicas y Naturales en Valencia e ingresó como cadete de Caballería en Valladolid donde formó parte de la Escuela de Ingenieros Militares de Guadalajara.
Poco importa si fueron el influyente Marconi, el genial Popov, el iluminado NiKola Tesla, o el poco conocido Cervera Baviera, los que la hicieron nacer. El 13 de febrero es el Día Mundial de la Radio, y a pesar que muchos lo vienen pronosticando, estamos muy lejos de verla morir.
Miércoles, 13 de febrero de 2019