Entrevista
Ricky Pashkus: el hombre que hizo llorar a Mauricio Macri
Es el responsable artístico de “Argentum”, el espectáculo que se estrenó el viernes en el Colón para los representantes del G 20. Cuando terminó la gala, el presidente argentino se quebró en medio de una ovación. Toda la intimidad de una noche muy emotiva y qué le dijo Macri el día después.
Consagración. Resposnable de muchas puestas teatrales y de danza, Ricky Pashkus pegó un salto a la popularidad con la realización de "Argentum".
El hombre que hizo llorar a Mauricio Macri. Ése parece ser el nuevo apodo del director teatral Ricky Pashkus, quien estuvo a cargo de Argentum, el show federal de música y baile que se presentó en la gala del G20 en el Teatro Colón. Y que terminó con las lágrimas públicas del presidente argentino.
"Nunca me imaginé lo que iba a pasar. Y los comentarios que se están haciendo en base a lo que pasó me dejaron sin palabras", cuenta Ricky este domingo, aún sorprendido con las felicitaciones y con las repercusiones que le llegan a su celular. Las últimas fueron las declaraciones del saliente presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y de Michel Temer, mandatario de Brasil, "diciendo que le agradecen a la Argentina por el espectáculo".
"Por humildad, me cuesta hablar de las repercusiones... No lo puedo creer!", sigue Pashkus en diálogo con Clarín y con la voz entrecortada al hablar sobre este proyecto que comenzó a diseñar a principios de año, cuando le llegó la propuesta de hacer un espectáculo "federal, inclusivo y diverso". Esos fueron los ejes básicos a tener en cuenta.
Macri me llamó y me dijo que la opinión de los diferentes líderes políticos sobre Argentum fue muy buena.
Pero lo que se llevó todas las portadas fue el llanto y la emoción de Macri. "Eso fue algo impensado, como también la emoción de Angela Merkel y el grito de 'Argentina, Argentina' de los artistas. Eso hace que esto se haya transformado en un aporte cultural. Dicen que nunca en un G20 hubo una performance cultural que modificara, de alguna manera, el sentir. Fue algo especial lo que sucedió", comenta el también coreógrafo y docente -da clases en el Estudio de Danza y Teatro Ricky Pashkus-, que recibió las felicitaciones del propio presidente: "Me llamó y me dijo que la opinión de los diferentes líderes políticos sobre el show fue muy buena".
-¿Esperabas el llamado de Macri?
-!No, qué lo voy a esperar! Cuando me dicen que iba a hablar con el presidente pensé que me estaban cargando. Lo que me dijo fue que estaba muy agradecido, que sentía que las ideas en las que se había planteado el espectáculo estaban bien representadas y me agradeció por valorar las opiniones que él me hizo el día que vino a ver un ensayo. Inclusive me dijo 'Tenemos que repetirlo, tomo ese desafío. Estoy muy feliz. Argentum me hizo muy bien'.
-¿Macri hizo aportes al espectáculo?
-Él lo vino a ver cuando estábamos más o menos en la mitad de los ensayos. Y fue muy claro. Nunca se metió con la libertad de lo artístico, sino con pequeños aportes. Y ahora, cuando me llamó, entre los dos hicimos comentarios de qué podíamos mejorar cuando lo repitamos. Lo que me dijo fue que el pueblo merece verlo. Fue muy amoroso en el diálogo. Él se siente muy parte de este proyecto y así lo es.
-¿Y qué quiere mejorar para la nueva versión?
-(Risas) Me preguntó '¿No te parece que le falta un poquito más de rock para el final?'. Y tiene razón. Yo le sugerí de incluir un cantante de rock al final y él me tomó la idea. Yo ahora estoy viendo a quién llamar para incluir.
-¿Por qué creés que se puso a llorar?
-Cuando lo vi a él y a los bailarines llorar dije 'Acá está pasando algo'. También me pasó algo así en el momento del chamamé y la salida de Julio Bocca, cuando el público empezó a hacer palmas como si estuviera en una peña. Creo que lloró por alivio, como un momento de distensión. Pero también, evidentemente, generó una emoción este espectáculo no verbal -algo que debía hacer para llegar a los presidentes- que fusionó en escena valores de la exquisitez, como Julio Bocca, Mora Godoy o el Ballet Salta, más valores autóctonos de nuestra tierra, que no son famosos. Esa fusión de naturalezas diversas que representan al país generó una sinergia muy fuerte. Una tensión se rompió y ese alivio revela que hay una luz. Ésa es mi percepción. No creo que esto pueda cambiar el mundo, pero también se ha desacreditado mucho a la cultura, y acá se demostró que el arte genera cosas que de otra manera no se logran.
-¿El grito de 'Argentina, Argentina...' del final estaba ensayado?
-¡Pero de ninguna manera! Te cuento lo que me pasó... la noche después de la presentación me encontré con un grupo de los bailarines, a quienes la gente estaba aplaudiendo porque los habían reconocido. Entonces los fui a saludar y un chico me dice 'Yo fui el que empezó el grito de Argentina. Sentí que había que gritarlo. Le pido perdón'. Le dije que fue un gol lo que hizo, un grito de corazón, y que no me tenía que pedir disculpas por eso. Yo sí les había dado la órden de que al final miraran a los palcos y saludaran, pero a ningún artista le podés pedir que grite ¡Viva Argentina! Eso es muy privado de cada uno. Fue una sorpresa muy fuerte.
-¿Te costó convencer a Julio Bocca para que vuelva a bailar?
-Mucho. Porque Julio se fue enojado del Colón. Al punto que le quitaron la jubilación. Al principio me dijo que ni loco. Después me ponía la excusa de que iba a ser difícil llegar, después que no quería ser pretencioso y que no lo anuncien, y por último me dijo de sus dolores en la espalda, por eso le propuse hacer algo breve. Fui yendo de apoco hasta que un día me dijo 'Bueno, voy'.
-¿Hablaste con él luego del show? ¿Le hizo bien?
-Le hizo muy bien. Fue una reparación. Yo quería un homenaje para Julio, un socio y un amigo para mí. El pueblo lo siente su representante cultural y así sigue siendo, más allá que esté retirado. El día después me escribió 'Decile a todos que me sentí muy bien, había una hermosa energía en el lugar. Te felicito, fue muy lindo'.
-¿Cómo tomaste las críticas?
-El artista no debe defender su obra. Dicho esto, sé que las criticas no están planteadas sólo al hecho artístico, sino a lo institucional. Después sí faltaron cosas de tal o cual provincia, pero me tuve que limitar a 40 minutos. Se habló del mapping y se lo comparó con las aperturas de ShowMatch. Eso me da risa y se debe a esta división entre lo prestigioso y lo popular. También se preguntaron por qué no formó parte el Ballet Estable del Colón, y eso se debió a que necesitábamos gente que baile varios ritmos, además de que la obra, al ser original, debía ser ensayada de cero, por lo que no podíamos estar seis horas por día con el Cuerpo Estable, dejándolos sin la posibilidad de continuar con sus proyectos. A todo esto sumale que yo en un momento pensé 'No será que un día para el otro me dicen que esto se cancela'. En mi corazón tenía esa duda. Por suerte no sucedió...
Lunes, 3 de diciembre de 2018