TELEVISIÓN
Rozín rescata en "La Peña de Morfi" la música argentina en vivo
El programa ha logrado consolidar un espacio donde recupera momentos de la televisión de antaño, la música en vivo, el humor y el desenfado de los conductores, que combina de forma aceitada con el formato desestructurado del formato.
Gerardo Rozín, responsable de “La Peña de Morfi”, el espacio dominguero de Telefe que combina cocina con humor y recupera la música en vivo en la TV de aire con especial énfasis en la canción popular, considera que esa apuesta “fue insospechada pero buscada con mucho trabajo”.
“Que hubiera música en vivo fue un lío para todo el mundo pero terminó siendo muy bueno para los músicos y para la gente del canal implicó mostrar que se puede montar un show con un buen sonido. En definitiva fue muy motivador para todos”, resume Rozin a Télam acerca del ciclo que lleva 140 domingos al aire y el 3 de febrero iniciará su tercera temporada.
En ese lapso, el estudio ha sido sede de recitales capaces de reunir a consagrados (Joan Manuel Serrat, Abel Pintos, Chaqueño Palavecino, Soledad) con expresiones menos taquilleras pero de indudable calidad (Jorge Fandermole, Juan Quintero, Raúl Barboza) y nuevos artistas.
El productor, periodista y animador nacido en Rosario hace 48 años comenta que “el objetivo es mezclar consagrados con buenos pero menos populares y eso dio resultados curiosos aunque el manual de la TV te dice que no”.
El ambiente al que remite el hacedor de “Esta noche libros”, “Gracias por venir” y “Morfi, todos a la mesa”, reúne a los cocineros Santiago Giorgini, Chantal Abad y Rodrigo Cascón, el periodista deportivo Ariel Rodriguez, el humor de Toti Ciliberto, Chiqui Abecasis, Alejandro Gardinetti, Roberto Peloni, Sebastián Almada y Pato Muzzio, los trucos del Mago Black y la banda estable Dos más uno.
Al frente de ese grupo, Gerardo apunta: “Yo no hablo de rating porque hago mi platito, no le grito el gol en la cara a nadie. Hacemos un programa de cinco horas y tuvimos a Fandermole haciendo 6 puntos y liderando la franja. Hago televisión y busco ganar pero si lo hago con un artista así se festeja el doble, son momentos de mucha satisfacción”.
Después de abandonar la conducción de “Morfi...” (lunes a viernes de 9 a 11.45) en marzo de este año, evalúa que “fue una consecuencia buenísima no pensada el dejar el 'Morfi...' diario porque 'La Peña...' era un programa producido con lo que se nos caía de la cabeza a todos y le empezamos a poner más el foco”.
- Télam: ¿Es muy difícil sostener una oferta musical como la de “La Peña de Morfi”?
- Gerardo Rozín: El espacio de los nuevos no lo entregamos ni locos porque fue el diferencial y nos permite en un mismo programa el lujo, el show y el folclore.
- T: ¿Lo hace sentir un poco el Juan Alberto Badía de la TV de este tiempo?
- G.R.: Soy como un Badía sin talento. En realidad, yo me siento más cercano a Juan Carlos Mareco, de quien era fanático y lo considero mi referente.
- T: ¿Cómo te inscribís en el mundo de la televisión?
- G.R.: Para lo que es la industria tengo un ciclo muy afortunado. Hace 10 años empezamos a hacer una televisión más artesanal que lo que el medio pide y logré salir por otro lado produciendo cosas a partir de géneros televisivos que por ahí estaban en desuso y los repusimos a nuestra manera.
- T: ¿Pudo cumplir los objetivos que se trazó al dejar “Morfi...”?
- G.R.: Estuve vago pero laburé. Tengo la idea de “Madrastras” que Telefe quiere convertir en una tira y encara como producción para la segunda mitad de 2019 y avancé con “Diáspora”, un documental para el que nos asociamos con Diego Guebel y con el cocinero Tomás Kalika que armó el proyecto siguiendo el rastro de la comida judía en el mundo, desde la comedia urbana en Nueva York hasta una receta de antes de la Shoá. Además trabajé sobre otra idea de ficción basada en algo que está escribiendo Claudia Acuña y me puse a retomar y actualizar algo que teníamos escrito con Alejandro Tantanian
Lunes, 3 de diciembre de 2018