POR GABRIEL CALISTO
2019: la campaña del "mal menor"
Tres de cada cinco aseguran que jamás volverían a votar a Macri; misma proporción para Cristina. Tres de cada cinco aseguran que jamás volverían a votar a Macri; misma proporción para Cristina.60-30.
Cualquier político que soñaría con tener un 60% de aprobación y un 30% de rechazo. Sería un candidato con chances casi seguras de ganar una elección.
Hoy el número es inverso. Los dos principales candidatos a las presidenciales del año que viene comparten -en distintas mediciones- el rechazo mayoritario de la población: tres de cada cinco aseguran que jamás volverían a votar a Cristina Fernández de Kirchner, la opositora que mejor mide en las encuestas. Idéntica proporción lo dice del actual presidente Mauricio Macri, que será el candidato del oficialismo.
A ambos los impulsa ese 30% de seguidores que se mantendrán fieles pase lo que pase: llámese crisis económica o causas y causas de corrupción. Ningún otro candidato (exceptuando a María Eugenia Vidal, que buscará renovar en la provincia) del país consigue esa fidelidad. Ningún otro supera con fuerza el 10%.
Por eso se habla de una campaña del “mal menor”. Sin un candidato que pueda conseguir respaldo de nuevos sectores, y sin espacio por el momento para que surja una nueva opción, kirchneristas y macristas apuntarán a mostrar lo malo que es el otro antes que intentar conquistar al electorado.
“Lo peor que nos puede pasar es que siga Macri”, dijeron a coro los ahora ex antikirchneristas Felipe Solá, Emilio Pérsico y hasta Juan Grabois, entre otros. Es la muestra de una oposición que se une sabiendo que Cristina “manda, no lidera”, como señalaron ellos mismos cuando se alejaron de la ex presidenta, años atrás.
Desde el oficialismo, mientras tanto, el fantasma de Cristina es lo que los mantiene unidos, pese a las diferencias internas. “La gente no quiere volver al pasado, que les trae dolor y frustraciones”, repiten como un mantra de paz interior pero también de campaña. “Hay un sector que quiere que le vaya bien al país, y hay otros que quieren que le vaya mal, porque piensan que sería mejor en lo electoral para ellos”, le dijo a Crónica el ministro del Interior Rogelio Frigerio.
A tono con el desencanto electoral y el regreso de un auténtico fantasma como el “que se vayan todos”, la grieta parece ser la estrategia que eligen tanto desde la oposición como el oficialismo. Pueden ser políticas totalmente opuestas, pero comparten la misma idea fuerza: “estos no, otra vez no”.
Lunes, 19 de noviembre de 2018