Misión cumplida:
La NASA confirmó la llegada de Curiosity a Marte
A las 2.30 hora argentina, el robot explorador más sofisticado hasta el momento llegó al cráter Gale. En una misión que durará dos años, su objetivo más ambicioso será evaluar las condiciones del planeta rojo para albergar vida humana. "Llegada confirmada", afirmó un miembro de la misión de control en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena (California, oeste de Estados Unidos), mientras celebraban. Finalmente, y tras viajar 567 millones de kilómetros, el vehiculo explorador Curiosity desembarcó en Marte, en lo que significó el comienzo de una misión de dos años en busca de pruebas de vida. El encargado de hacer aterrizar el vehículo en suelo marciano fue Miguel Alejandro San Martín, el ingeniero argentino que trabaja desde hace 27 años en la NASA y diseñó el software de control del explorador.
La agencia espacial estadounidense confirmó que el artefacto, de una tonelada y 2.500 millones de dólares, se posó en el cráter Gale tras una compleja maniobra desde su ingreso en la atmósfera marciana. "Estoy entero y a salvo en la superficie de Marte", publicó el robot en el blog de la NASA.
El presidente estadounidense Barack Obama calificó de "hazaña tecnológica sin precedentes" la llegada del robot a Marte: "El exitoso descenso de Curiosity -el laboratorio robotizado más sofisticado que logra posarse en otro planeta- constituye una hazaña tecnológica sin precedentes que permanecerá en el futuro como un momento de orgullo nacional" para Estados Unidos, dijo el mandatario a través de un comunicado.
Esta gesta de carácter legendario tiene 4 objetivos primordiales: determinar si el planeta albergó vida en algún momento, realizar mediciones climatológicas continuas y estudios geológicos de la superficie y, lo más trascendente: precisar las condiciones de habitabilidad del planeta para fundar los pilares de una civilización humana.
Para profundizar en estos conceptos, el astrofísico Pablo Mauas, del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (Conicet/UBA) explica que “a diferencia de las misiones anteriores, Curiosity no va a detectar si hay vida actual, ya que técnicamente no tiene los instrumentos para obtener registros fósiles o metabolismos.
Su designio es mucho más ambicioso: pretende demostrar si el planeta es habitable o lo fue en algún momento. Para lograrlo, deberá escrutar su geología utilizando un laboratorio rodante capaz de realizar análisis químicos. También estudiará la atmósfera para tratar de caracterizar su evolución en la escala geológica, la radiación que recibe y la meteorología marciana”.
La idea es que, a futuro, se pueda enviar una expedición tripulada, que regrese a la Tierra con muestras de roca. Ya que no es lo mismo analizarlas en el espacio y despachar un reporte, que poder descomponerlas en un laboratorio terrestre. La intención es que la sonda esté al menos un año de Marte (687 días de la Tierra), que es el tiempo que tarda en dar una vuelta al Sol. “Está calculado que dure un año para poder estudiar los cambios climáticos de acuerdo con las variaciones del Sol”, señala Mauas.
Los científicos que evaluaron las condiciones de Marte sostienen que es una aventura espacial muy peligrosa para el hombre, ya que el planeta carece de atmósfera y no está protegido contra las radiaciones cósmicas , que pueden atravesar fácilmente el traje de un astronauta y causarle daños irreversibles en la salud.
Los expertos coinciden en que los encargados de cimentar las colonias y terraformarlas, serán las nuevas generaciones de robots, más autónomos y eficientes.
Para poner este juguete espacial en órbita fueron necesarios 10 años de investigación, más de 2.500 millones de dólares y el trabajo de 5.000 personas. Curiosity lleva a bordo 80 kilos de material científico, 16 veces más que sus dos predecesores. Desde 1960 (contando las avanzadas soviéticas, estadounidenses, rusas y una japonesa) hubo 49 misiones a Marte, de las cuales el 60% fracasó. De las 26 malogradas en el inicio, 9 fallaron en el lanzamiento y otras 9 en el camino.
Las 8 restantes no consiguieron descender: se estrellaron en el intento o no entraron en órbita. En la cuenta de la NASA, es el decimonoveno intento y el octavo por tocar suelo marciano. Los últimos dos casos exitosos fueron los de Spirit (estuvo operativo 6 años y en mayo de 2011 se perdió contacto) y su robot gemelo Opportunity, que está por cumplir 10 años.
Este vehículo similar a un carro de golf ya caminó casi 35 km de la rojiza superficie pedregosa y sigue girando. Uno de sus mayores logros fue hallar rocas sedimentarias, lo que hace suponer a los científicos que en el pasado de Marte existieron ríos y mares.
Martes, 7 de agosto de 2012