GOYA Y VIRASORO
Difunden deudas por gastos insólitos en municipios
Casi 8 millones de pesos para cortar el pasto o deudas de 800 mil pesos en el uso de smartphones. Los intendentes que terminaban sus mandatos no se privaron de nada a la hora de dejar una herencia complicada a sus sucesores, más allá de la pertenencia partidaria.
El recambio de intendentes en las comunas del interior sigue dando tela para cortar. A la situación de zozobra y quiebra financiera de aquellos que no encontraron un solo peso en sus cajas se suma la comprobación de gastos mas que insólitos o que por lo menos prueban que las prioridades de inversión que tenían los intendentes no eran concurrentes con la idea de garantizar un mejor servicio al contribuyente.
Vale la pena aclarar que estas actitudes no encuentran diferencias partidarias, ya que afectan a ex intendentes tanto del justicialismo (Gerardo Bassi de Goya) como del partido radical (Blanca Pintos de Virasoro) que dejaron un sello indeleble de una gestión por lo menos cuestionable.
“El Profe” no pagó los celulares
Por estos días en que la segunda ciudad de la provincia se debate en denuncias por despidos masivos en la comuna, trascendió que Gerardo Bassi, más conocido por su apelativo “El Profe”, se fue de la administración comunal sin pagar la cuenta de servicio telefónico que utilizaban él y todos sus funcionarios -muchos aseguran que también había aparatos de uso familiar cargados a la cuenta comunal-.
El recientemente regresado a la intendencia, Ignacio Osella, deberá pagar a la empresa Claro la abultada suma de 800 mil pesos por la utilización de unas 500 líneas de teléfonos celulares (chips) que fueron solicitadas por el carismático dirigente justicialista cuando ya sabía que no seguiría en el cargo, ya que el servicio se contrató después de haber perdido las elecciones.
Con esa elevada factura sin pagar, el nuevo intendente dispuso la suspensión total esas líneas, y resolvió renegociar los contratos con la empresa de telefonía, ya que además de las comunicaciones impagas, debe afrontar el vencimiento de cheques a fecha, deuda flotante y otras rarezas administrativas que lo forzaron a pedir ayuda al gobierno provincial debió asistirlo.
Blanca no quería el césped alto
La exintendente de Virasoro, Blanca Pintos, será recordada por su dilatada permanencia en el cargo y por su obsesión por combatir las malezas. De acuerdo con el resumen de gastos del año que terminó su mandato, pagó 7.635.274,68 pesos a dos empresas dedicadas a cortar pasto.
Evidentemente mantener las malezas bajas y el césped a raya era una alta prioridad para la dirigente de Encuentro Por Corrientes + Cambiemos, ya que la nueva gestión, a cargo del peronista Emiliano Fernández Recalde, detectó que la señora Pintos invirtió durante todo 2017 menos dinero en otras áreas.
De esa forma, la nueva administración de Virasoro dio a conocer que en prevención de la salud Pintos gastó sólo 2.8 millones de pesos, en promocionar deportes e incentivar las actividades culturales casi 1 millón de pesos, en tanto que en otro de los roles fundamentales de la comuna que es pavimentar calles, sólo destinó la irrisoria suma 3,5 millones de pesos.
No son los únicos casos de gastos insólitos pero es una demostración de que a la hora de imaginar formas de malgastar el dinero público que aportan los contribuyentes, la dirigencia política de las comunas correntinas no disiente, ya que estos dos casos puntuales corresponden a funcionarios de partidos que se presumen antagónicos. No es de extrañar entonces que los nuevos intendentes hayan tenido que solicitar el auxilio financiero de la provincia, pese al incremento de fondos a favor de los municipios en los últimos años.
Herencia
Desde que hubo recambio en las municipalidades correntinas, los nuevos intendentes comenzaron su peregrinar por el despacho del también flamante Gobernador Gustavo Valdés, quien recibió a dichas autoridades y acordó políticas de asistencia a las comunas en problemas.
Como el caso de Blanca Pintos y Gerardo Bassi (Foto adjunta), hubo otros en los que, a la hora de la toma de posesión, se encontraron cajas vacías que hasta ahora fueron subsanadas con el apoyo provincial.
Advierten conflicto judicial por cesantías
Más de un centenar de trabajadores comunales de Goya esperan definiciones respecto de su situación laboral. El intendente Ignacio Osella dispuso la cesantía de numerosos empleados que fueron pasados a planta permanente por el anterior jefe comunal, Gerardo Bassi.
Cabe consignar que Osella solicitó una medida cautelar para que se suspendan los efectos del Decreto por el cual su antecesor dispuso el pase a planta de empleados que ingresaron durante esa gestión, con lo que se consideró con las manos libres para iniciar políticas de contención de gastos.
Hasta ayer hubo 100 notificaciones de cesantías, y otras 200 personas esperaban la definición de su situación, ya que tampoco les era permitido ingresar a sus lugares habituales de trabajo, según argumentaron referentes sindicales.
Por la mañana, estos trabajadores denunciaron que debieron esperar por varias horas para ser atendidos por las autoridades comunales y que se les comunicara formalmente el despido. Informaciones periodísticas de distintos medios -radiales y a través de internet- adelantaron que hay un estado de asamblea entre los operarios que anunciaron la decisión de resistir, con un acampe y ollas populares, la decisión de Osela de desvincularlos de la comuna.
Tampoco descartaron un reclamo judicial para insistir con su reincorporación, ya que consideran que “la medida cautelar que da origen a los despidos no se puede sostener legalmente, y están a la espera de la resolución de fondo de la Justicia”.
El conflicto amenaza con extenderse, en razón de la feria judicial y de la persistencia de la administración comunal en mantener las medidas que los trabajadores calificaron como “ajuste”. (Diario Epoca)
Viernes, 5 de enero de 2018