CORRIENTES
Falsos operarios robaron cinco kilos de joyas y miles de pesos
Al menos cinco malvivientes simularon, casi a la medianoche, reparar un cableado. Usaron una camioneta y una escalera para llegar al balcón de un departamento. Aprovecharon la ausencia de los dueños para cometer el delito. Hay un detenido y buscan a los prófugos.
Una banda de falsos operarios, que simuló hacer la reparación de un cableado, sustrajo una importante suma de dinero en efectivo y también alrededor de cinco kilos de joyas, la mayoría confeccionadas en oro y plata. Sucedió el fin de semana en el barrio Santa Rosa de la capital de Corrientes.
Por el caso de llamativas características, ayer había un detenido, una camioneta secuestrada al igual que una escalera. Mientras se producían intensos trabajos de investigación para localizar a los fugitivos, algunos de los cuales ya estarían identificados.
Lo sucedido tuvo ribetes tragicómicos. Curiosamente los investigadores demoraron a dos de los sospechosos cuando escapaban del lugar del robo, pero debieron liberarlos a las pocas horas, ya que no se supo lo que pasó adentro del inmueble sino recién hasta que la familia afectada volvió al día siguiente de participar en una fiesta.
Alrededor de las 23, vecinos de la cuadra de calle Gobernador Pedro Soto al 1600 (continuación de Paraguay) llamaron a la Policía al notar la presencia de varios hombres que subían y bajaban insistentemente desde una camioneta Ford F-100 gris, de la cual sacaron una escalera para apoyarla al balcón de un departamento de un primer piso.
Uno de los sospechosos vestía un chaleco refractario. Y junto al resto fingía estar manipulando herramientas, mientras observaban cables. “Todo el movimiento era como si estuvieran arreglando algo”.
Sin embargo, el plan delictivo no salió del todo bien. A otro de los vecinos, quien justo pasó caminando hacia la Avenida Pedro Ferré, le llamó mucho la atención que uno de esos sujetos se paró en el balcón y buscó mirar con insistencia al interior.
En el sistema de emergencias 911 quedaron registradas dos llamadas de gente que pidió que una patrulla fuera a verificar si realmente se trataba de operarios. Y cuando un móvil llegó la camioneta sospechosa con dos ocupantes ya estaba alejándose.
A la vez, de acuerdo a datos conocidos por diario época, los restantes sospechosos huyeron en una motocicleta y presuntamente tercer vehículo. Ya se habían dado cuenta de que la Policía estaba en camino.
La pick up fue interceptada en calle Plumerillo, entre Avenidas Sarmiento y Maipú, en el barrio Berón de Astrada. En ella iban Arturo V. y Alejandro C., quienes en el vehículo no llevaban otra cosa más que la escalera. Ambos negaron haber estado mirando el departamento, aunque sí mencionaron que estacionaron frente al lugar unos pocos minutos.
Las autoridades inspeccionaron la parte exterior del edificio sin encontrar rastros de algún ilícito. Desde afuera todo parecía estar bien, aunque no dejaba de llamar la atención que los dueños no estuvieran.
Ante este panorama, los sospechosos fueron llevados en calidad de demorados a la comisaría Tercera, donde permanecieron desde el sábado casi a la medianoche hasta el domingo a eso de las 7:30, cuando los condujeron a la Comisaría Contravencional para aplicarles una multa por “merodeo”. Pagaron y quedaron libres.
Adentro de nuevo
Arturo V., tras salir de la Contravencional, volvió a la comisaría Tercera con intenciones de retirar la camioneta, pero tuvo la desgracia de que justo a esa dependencia llegaban los dueños del departamento en cuestión para hacer una denuncia de robo.
Tales personas dijeron que al ingresar vieron mucho desorden, la faltante de una considerable suma de dinero en efectivo y cerca de cinco kilos de alhajas varias de colección, como ser anillos, cadenitas, pulseras, collares y otros, la mayoría elaborada en oro y plata.
De inmediato el sospechoso volvió a quedar detenido. Y se lanzó un pedido de captura sobre Alejandro C.
Poco a poco los policías de esa comisaría como de la Dirección de Investigación Criminal fueron hilvanando una pesquisa para establecer cantidad de presuntos ladrones y tener en cuenta qué otros vehículos habrían utilizado para consumar el golpe.
Además, relevaron cámaras de seguridad de la zona. En principio, las evidencias suman consistencia a la causa que no tardaría en ser esclarecida.
Sorprendida
Ayer, la mujer dueña de las joyas habló con época y dijo estar apesadumbrada. A la vez, precisó no entender cómo los delincuentes cometieron el robo con tanta facilidad. “Subieron, forzaron las cerraduras del ventanal y nos desvalijaron”, explicó.
Esta persona explicó que las alhajas son producto de compras que realizó a lo largo de varios años.
La causa fue iniciada como supuesto robo por escalamiento, cometido en poblado y en banda. (Época)
Martes, 21 de noviembre de 2017