Los celos, la psicología social y el aprendizaje de nuevos roles en la pareja
¿Se puede aprender a NO ser celoso?
APRENDIZAJE
Significa salir de la estereotipia, superando la resistencia al cambio. En el celoso se ponen un juego un cúmulo de ansiedades básicas contenidas en los miedos al ataque de un rival y a la pérdida del objeto de deseo.
El aprendizaje consiste en trabajar el desapego y aceptar que el objeto de deseo puede “perderse” y él seguir viviendo y estableciendo nuevos vínculos.
ROLES
Se dan el del celoso, el objeto de deseo y el rival, que a veces funciona como mediador (como motor pulsional del deseo del sujeto celoso).
En una pareja con dificultades en el vínculo que los une, para el celoso/a el tercero/a que aparece como rival se convierte en chivo expiatorio (la pareja se disuelve, para èl por la aparición del amante) haciéndolo depositario de los aspectos no tolerados por él. A veces son los límites, las cosas que no puede, las dificultades, las torpezas, las propias inseguridades.
Para el o la integrante del vínculo que se “engancha” con el tercero, ve a este como el portavoz, el que hace evidente el proceso que subyace en la pareja.
COMUNICACIÓN
1) El celoso emite y recibe los mensajes contaminados por el ruido de su fantasía, que puede fortalecer o destruir el vínculo, según el nivel de celos del sujeto.
Enrique Pichón Riviere afirmaba que “el malentendido surge del sobreentendido, del supuesto del que el otro maneja y dispone del mismo código, así uno sobrentiende que le otro entiende y el otro sobrentiende que uno entiende”. Asimismo Pichón califica al malentendido como inevitable.
2) Según Coco Andel (psicólogo social y psicodramatista) “ en un mensaje concreto podemos distinguir dos significados, uno denotativo (lo que aparece en el diccionario) y el otro connotativo (que es el surge cuando se le adiciona un significado emocional).
Los celos se convierten en un motor pulsional y el celoso trata de mejorar el vínculo.
En los celos destructivos el mensaje es el mismo, pero el celoso espera como respuesta que le certifiquen que es el único, adoptando una conducta obsesiva y produciendo la ruptura del vínculo.
TRANSFERENCIA
Originalmente Freud utilizó el término transferencia para describir uno de los aspectos posibles que configuran la compleja relación entre un paciente y su analista. Este trasladar los pormenores de un vínculo pasado a uno presente puede darse también en el ámbito grupal, cuando un integrante hace el desplazamiento de un afecto de una representación a otra (generalmente un vínculo infantil sobre la figura del coordinador).
Para Freud, lo que revive en la transferencia es la relación del sujeto con figuras paternales. Y sobre todo reedita la ambivalencia pulsional que caracteriza dicha relación.
Puede ser que transfiera sentimientos de amor o de odio.
El celoso transfiere sobre el tercero, el que él siente como rival, la figura de la imago parental que trató de interferir en su relación simbiótica con la madre.
Para Pichon Riviere, en la transferencia hay una adjudicación de roles inscriptos en el mundo interno de cada sujeto. En lo grupal se da a través de la actualización del pasado y el desplazamiento de ese vínculo anterior sobre la figura del coordinador. La transferencia debe ser entendida como la manifestación de sentimientos inconscientes que apuntan a la reproducción estereotipada de situaciones.
DIALÉCTICA
En el tema de los celos radica en aceptar la existencia del tercero, (el padre, los hermanos), como así también el permanente cambio del sujeto, que va pasando por distintas etapas y formas de establecer sus vínculos, que también, se modifican.
También es la puerta abierta al cambio consciente, trabajado, del celoso, la esperanza de que puede abandonar ese rol si se lo propone. Eso lo logrará a partir del momento en que se hace cargo de sus propias falencias en lugar de proyectarlas en el rival, y comienza a elaborarlas.
Sábado, 30 de junio de 2012