VOCES Y TRAYECTORIAS UNIDAS EN UN PROYECTO MUSICAL
El Bocha fue un torbellino emocional que sacudió el viernes al Cocomarola
La calidad sonora y artística de los espectáculos presentados y la cantidad de público que reunió noche a noche fueron factores clave para el éxito de la propuesta. Como era previsible, el Bocha Sheridan se convirtió el viernes en la gran figura con una presentación que hizo rugir al Anfiteatro Cocomarola.
Comienzan a sonar los últimos acordes de la 27ª Fiesta Nacional del Chamamé, una edición que dejó boquiabiertos a los amantes del género.
En orden de importancia, Amandayé fue el segundo número más fuerte y en tercer lugar se ubicaron Las Hermanas Vera.
La resistencia al cambio es una de las principales características del chamamé tradicional. Pocos son los íconos del género que se animan a innovar, no obstante en esta edición de la fiesta, varios comenzaron a imprimir pequeñas modificaciones a sus propuestas musiqueras. Si bien el repertorio festivalero no se toca, tanto Mario Bofill como Los de Imaguaré y Santiago “el Bocha” Sheridan realizaron ajustes a la puesta en escena y con ello dieron un plus a sus espectáculos. El público aceptó las novedades.
Una voz de peso
Tal y como viene sucediendo desde hace una semana, el viernes el anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola estuvo repleto y esta vez la figura convocante fue Santiago el Bocha Sheridan, uno de los más grandes exponentes del género. El Bocha es crítico y con la autoridad que le da su trayectoria cuestiona severamente a quienes suben al escenario Osvaldo Sosa Cordero para cantar temas ajenos al chamamé. “Está bien que vengan invitados especiales. Lo de Opus 4 por ejemplo, las chicas que cantaron chamamé, La Sole, El Chino de la Nueva Luna, todos ellos cantan chamamé y lo hacen con respeto”, señaló y continuó: “Yo soy crítico porque a mí me da rabia algunos que vinieron solamente a promocionar su disco acá”, dijo en referencia al show realizado el miércoles por Los Nocheros.
Lo que diga el Bocha tiene peso en el pueblo chamamecero, ya que ve en él a uno de los más grandes de la música regional. El por su parte responde sobre el escenario, haciendo lo que sabe cada vez con más ímpetu, porque no se duerme en los laureles y sigue apostando al crecimiento. La presentación de Sheridan fue, por lejos, lo mejor de la octava luna y rozó las fibras más intimas del sentir chamamecero. Ovacionado desde el minuto uno, el artista abrió su noche con “Leyenda de Itá Hase” y marcó así el inicio de una propuesta que bien podría ser catalogada como un torbellino emocional.
Con la aparición en escena de Joaquín Sheridan, (hijo del Gringo), el Bocha dio el primer sacudón de una propuesta que planeaba crecer hasta hacer estallar en sapucay y lagrimas a un auditorio que aún llora la tragedia de Bella Vista que hace casi tres décadas se llevó la vida de seis grandes artistas de Chaco y Corrientes: “Chango” Paniagua, “Yacaré” Aguirre, hermanos Miguel Ángel “Michel” y Joaquín Adán “Gringo” Sheridan, Zitto Segovia y Johnny Bher.
La potencia emocional del espectáculo fue creciendo progresivamente con la participación de los hijos del Bocha y llegó a la cúspide con la irrupción del padre Julián Zini y una impactante versión de Flores del Alma. Superar el show de Sheridan, será sin dudas una tarea complicada.
Amandayé y Las Vera
La noche del viernes tuvo varias propuestas interesantes y una de ellas fue la de Amandayé. El grupo que está listo para sacar su próximo disco, puso a consideración del público algunas de las canciones que podrían ser incluidas y también la participación de una revelación, el joven acordeonista Agustín Monzón.
“Si a la gente le gusta, vamos a grabar con Agustín”, había adelantado Pedro del Prado quien seguramente después del espectáculo del viernes ratificará al acordeonista de apenas 15 años.
Durante el show sonaron también temas como “Luna de abril”, “Bañado Norte”, “Puente Pexoa” y “Mírame” entre otros. “Domingo llueve sobre la ciudad” fue el tema inédito presentado y el cierre lo dio “Cielo de Mantilla”.
Las Hermanas Vera fueron otra de las apuestas fuertes de la octava noche. Las artistas dieron un espectáculo sólido y, tal y como sucede año tras año, compartieron su tiempo de escena con otros cantantes. En esta oportunidad, los invitados fueron Alejandro Balbi y la impecable chaqueña Sofía Casafuz quien cantó “Paloma Blanca”.
Notable grilla
Simón de Jesús Palacios es otro de los íconos del chamamé que sabe conquistar a su público. El artista realizó una excelente selección de temas y puso a bailar al auditorio. Luego llamó a Hugo Verón (hijo del fallecido Santiago Verón) y juntos recordaron al dúo “Verón Palacios” con “Mi rosa de ayer”.
El rosarino Enrique Llopis es otro de los grandes que el viernes piso el escenario Osvaldo Sosa Cordero. Su presentación junto a un ensamble orquesta se ubicó entre las propuestas interesantes de la velada.
Desde el Brasil llegaron ‘Los Guedes’ con un show bien chamamecero y del mismo país se presentó Gerson Douglas, con un interesante y entretenido espectáculo. El paraguayo "Vichito Echeverría” y Americanta volvieron a estar entre los más aplaudidos durante las primeras horas de la noche del viernes.
Ayer al cierre de esta edición, se esperaba la presentación de las brasileñas Barra da Saia, uno de los regreso más importantes de la fiesta. El broche de oro de la edición 2017 de la Fiesta del Chamamé lo colocarán esta noche Los Alonsitos con el Chaqueño Palavecino.
Domingo, 29 de enero de 2017