Cuentos para pensar y reflexionar
La magia del entusiasmo
¿Cuántas veces has dejado que las pequeñeces de la vida te arruinen momentos preciosos que nunca volverán...?
Los integrantes de una humilde familia hacían lo posible por ser felices, pero como eran tiempos duros, a veces resultaba difícil, bastaba con ver la fachada de su casa para darse cuenta de que algo no iba bien.Ya no se preocupaban por limpiar las ventanas, ni cuidar el pequeño jardín que tenían al frente, la cerca estaba totalmente desbaratada y la puerta principal ya no tenía pintura.
Un día, el hijo mayor fue al y mientras estaba allí, observaba con curiosidad a la gente entusiasta que compraba, le llamó poderosamente la atención un bello jarrón, en un pequeño puesto donde vendían artículos de segunda mano.
Al verlo entusiasmado, buscó las pocas monedas que tenía en el bolsillo , era lo justo que se requería para comprarlo, pero hacerlo significaba que se quedarían sin dinero. Pensó que no estaban para derroches, pero era muy especial, además, a su mamá le encantaría.
El vendedor, mientras se lo envolvía, le dijo: "Disfrútalo y cuídalo mucho, porque este jarrón es mágico", y en efecto, toda la familia se entusiasmó con su compra, y nadie le reprochó que se hubiera gastado sus últimas monedas en él.
Un día, al observar la belleza del jarrón, el padre se dio cuenta de lo arruinada y descuidada que estaba la sala, así que sin pensarlo, entusiasta, buscó la brocha y un poco de pintura que quedaba y en pocas horas dejó la habitación como nueva.
Cuando el segundo hijo vio lo bien que quedó la sala, tomó un cubo con agua y jabón y lavó todas las ventanas, cuando el tercer hijo miró a través de estas, notó el terrible estado en el que estaba el jardín, así que cortó el césped, quitó las malas hierbas y removió la tierra, el cuarto hijo, al ver la tierra limpia, plantó semillas.
Martes, 26 de junio de 2012