Investigación de la Facultad de Humanidades de la UNNE
Los docentes tienen responsabilidades que exceden a su trabajo en el aula
Una investigación de la Facultad de Humanidades de la UNNE estudió las características del trabajo de profesores del nivel medio, en el contexto de los cambios socioculturales, económicos y de políticas educativas que tuvieron lugar en nuestro país en las últimas décadas. Destacan las nuevas funciones demandadas al docente que exceden su tarea en el aula.
El estudio, cualitativo, fue realizado con profesores de escuelas públicas secundarias del Chaco que trabajan en contextos institucionales diversos como una escuela rural, una del casco céntrico de la ciudad de Resistencia y una de barrio periférico con población urbana de bajos recursos.
“Lo hicimos indagando en los docentes sus percepciones, sus historias y experiencias, sus sentimientos y emociones vinculadas con el trabajo y sus condiciones. Es decir, desde las mismas “voces” de los profesores” expresó Delfina Veiravé, decana de la Facultad de Humanidades y autora del trabajo junto a los investigadores Mariana Ojeda, Patricia Delgado y Claudio Núñez.
¿Cómo se configura el trabajo de los profesores? ¿Cuáles son las continuidades y rupturas que presenta la actividad docente respecto a los roles y funciones que definen hoy al profesor de nivel medio? Fueron algunas de las preguntas que orientaron a los investigadores del equipo.
IMPACTO DE POLITICAS EDUCATIVAS
Señalan los investigadores que aproximarse a esas respuestas requiere caracterizar diferentes planos de la realidad que indefectiblemente están en juego como las macropolíticas del sistema educativo; las condiciones y culturas de las instituciones y las vivencias y significados subjetivos que los profesores construyen en su interacción con el trabajo.
“Las primeras son las políticas educativas, y por eso una referencia obligada es el impacto de la reforma educativa implementada en nuestro país en los`90” resaltan.
Consideran que sin dudas la reforma de la década del 90´ para el Nivel Medio significó una fractura en su tradicional estructura, a partir de la inclusión del tercer ciclo de la Educación General Básica y el Nivel Polimodal.
“Se advierte en el estudio, que las instituciones enfrentaron de manera diferente los cambios curriculares, organizativos y laborales que estas decisiones políticas trajeron consigo”. Sin embargo, agregan, es frecuente advertir que las escuelas atravesaron grados significativos de anomia y de confusión normativa debido a la falta de regulaciones o a la superposición de pautas viejas y nuevas, que ordenen el funcionamiento y la integración de los actores en las instituciones, agregan.
Los docentes entrevistados en el estudio señalaron que la aplicación de nuevas reglas, impuestas desde la burocracia estatal, como por ejemplo, los sistemas de evaluación o las normas de convivencia, dejaron vacíos que debieron cubrirse con “pactos informales”, menos previsibles para sus integrantes.
En el plano organizativo se instaló un clima de desorganización y de fragmentación interna de los diferentes grupos de actores como directivos, docentes y padres, que pujan por lograr objetivos sectoriales. “Esto en la vida cotidiana de las escuelas y en el trabajo de los profesores, profundizó la presencia de conflictos y la desintegración de las relaciones sociales, así como fue debilitando el sentido de la función que los docentes le otorgan a su propia tarea” indicaron los investigadores.
Otro aspecto analizado fue la vulnerabilidad social y el trabajo docente. En este escenario que se describe en la investigación, señalan los autores que no se puede omitir el impacto de las problemáticas sociales, agudizadas por las políticas neoliberales de la época, que acrecentó la pobreza, el desempleo, la fragmentación social y el debilitamiento de las instituciones Estado, familia y escuela.
“Esto ocasionó la desprotección de los jóvenes en su formación y condujo a los profesores a interpelar su propio rol” resaltan.
Veiravé, Delgado y Núñez explican que los profesores de escuelas medias, aparecen “multidemandados” para desarrollar tareas que exceden la enseñanza y que varían en su intensidad según sea el contexto escolar en el que se mueven. Así, a la función central de la enseñanza áulica vinculada con la transmisión de contenidos se suman actividades de diseño y planificación escolar, de participación en la gestión de la escuela, de capacitación permantente, de servicio comunitario, contención socioafectiva, entre otras.
“Los docentes encontraron una creciente indefinición respecto del contenido y la especificidad del trabajo de los profesores, que según los investigadores, es producto de la incorporación fragmentada y aislada de nuevas funciones que responden a demandas del sistema educativo y la sociedad” manifestaron los investigadores.
Señalaron esas funciones nuevas las tareas incorporadas por la reforma educativa de los 90 y las políticas públicas, así como a las provenientes de los requerimientos o necesidades de los alumnos, sus familias y otras instituciones sociales.
VARIEDAD Y DISPERSION
Los investigadores de la Facultad de Humanidades resaltan la variedad y dispersión de actividades como motivo de una pérdida de especificidad del rol docente.
En ese sentido indican que las nuevas formas del trabajo docente se yuxtaponen con las formas ya establecidas, sin que se perciba una modificación sustancial en las estructuras organizacionales de las escuelas o en los marcos de interpretación de los sujetos respecto de su trabajo.
“Los desajustes al interior y entre los distintos planos de definición del quehacer docente, contribuyen en gran medida a configurar prácticas diversas, dispersas y a la intemperie” sostienen.
“¿Por qué decimos esto?” apuntó Veiravé, y respondió que la asunción de nuevos roles por parte de los profesores, ligada a las múltiples demandas que recaen hoy en las instituciones educativas, impactan fuertemente en la configuración laboral, haciéndose ésta más compleja por la coexistencia de diferentes funciones tensionando entre sí, y que debe resolver el profesor en su cotidianeidad.
“Hoy las prácticas docentes se encuentran atravesadas por significados problemáticos y paradojales: autonomía vs. control y disciplinamiento; trabajo vocacional vs trabajo asalariado; neutralidad vs. compromiso social y político; la función de contención socioafectiva vs. transmisión de conocimientos científicos y socialmente significativos; el trabajo individual y aislado vs. trabajo colectivo e integrado, entre otros.
La profesora insistió en la relevancia de las políticas de reforma que trajeron cambios significativos en la gestión escolar y en las condiciones de trabajo en las escuelas, lo que provocó una reestructuración del trabajo docente, que ahora contempla otro tipo de actividades además de las de enseñanza áulica.
Asegura que este fenómeno no fue ni es acompañado por las adecuaciones necesarias, argumentan en el trabajo. “Por ejemplo, los profesores de media continúan siendo contratados y remunerados por hora cátedra, cuando actualmente se les exige que participen de actividades que van más allá del aula” explicaron los investigadores.
Además el mandato oficial de las políticas educativas promueve el trabajo en equipo y por áreas, pero las condiciones reales del trabajo docente lo dificultan.
“Estas situaciones conforman un cuadro de intensificación del trabajo docente en tanto se ampliaron las responsabilidades y las atribuciones de los profesores y profesoras en el mismo tiempo de trabajo y bajo igual remuneración” finalizan los autores del estudio.
José Goretta
Jueves, 21 de junio de 2012