PSICOLOGÍA POSITIVA
Cómo controlar las emociones
Miedo, tristeza, alegría y curiosidad son estados de ánimo que pueden necesitar ser regulados. Otros son útiles y conviene dejarlos fluir. Todas las personas sentimos alguna vez miedo, tristeza o, incluso, alegría. Cada uno de nosotros experimentamos a diario estas y otras emociones. El problema se presenta cuando se viven de manera excesiva, desbordante, y precisan, entonces, ser reguladas.
Hay un conjunto básico de emociones como el miedo, la tristeza, el asco (disgusto), la alegría y el interés (curiosidad) que pueden necesitar ser reguladas si se dan en circunstancias particulares. Es fundamental el contexto en el que se genera la emoción, además de las metas personales. Nos permitirá reconocer si estos estados son apropiados o no y, que por lo tanto, requieran ser controlados.
¿Qué implica cada emoción?
Todas estas emociones, incluso las autoconscientes, sirven a un propósito. Es decir, son funcionales. El miedo alerta sobre una amenaza inmediata y la ansiedad, sobre un peligro lejano. En tanto, la tristeza informa sobre una pérdida completa o potencial de algo o alguien importante; y el asco nos dice que algo es perjudicial para nuestro cuerpo o creencias. De la otra vereda, la alegría es indicativa de que algo que está ocurriendo es agradable y el interés o la curiosidad son señales de que hay algo potencialmente constructivo a lo que la persona quiere acercarse.
¿Cómo las sentimos en nuestro cuerpo?
Existen algunos síntomas que son identificables y pueden ser relacionados. Una persona puede manifestar taquicardia o dificultad para respirar si siente la emoción del miedo. La ansiedad, en tanto, suele estar acompañada por aprehensión, tensión muscular e inquietud. La tristeza, por otro lado, se siente a menudo como un agujero o una caída justo en la boca del estómago.
A pesar de que las sensaciones suelen generar un malestar, nos ayudan a sobrevivir y son, por naturaleza, útiles. Pero en un nivel demasiado alto o experimentadas en el momento equivocado, pueden traer desventajas para nuestros objetivos. Rara vez son perjudiciales en sí mismas pero en niveles intensos se pueden vivir como desagradables o estresantes.
Los esfuerzos para controlar las emociones suelen causar más problemas que las emociones mismas, por lo que solo son útiles si se trata de esfuerzos breves, ya sea en el pensamiento o en la conducta.
La fórmula
Para controlar emociones negativas como el miedo, lo mejor es modificar la respiración y la respuesta muscular. En el caso del asco o disgusto, se recomienda evitar los objetos o situaciones nocivas; mientras que ante la tristeza, conviene meditar, reflexionar y tratar de entender por qué nos sentimos de esa manera.
No sólo las emociones negativas precisan ser reguladas. Las positivas, también. Reír muy fuerte en el cine o en el teatro o mostrar demasiado interés por una pareja muy pronto, durante los primeros encuentros, son estados que deben ser modulados.
Tips para regular las emociones
* Aprender a registrar los antecedentes de la respuesta emocional. Tomarse un tiempo para analizar el porqué se generó la respuesta. El registro escrito favorece los procesos de autoconciencia. Por ejemplo, si sentimos tristeza luego de una determinada situación, podríamos tomar nota del efecto producido en nosotros, para tenerlo en mente y que así no nos vuelva a suceder.
* Ejercitar técnicas de relajación y respiración. Son prácticas que apuntan a suprimir la emoción y a conservar el eje personal en la situación.
* Determinar cuál es el objetivo personal en cada una de las situaciones a las que me enfrento. Es un elección estar en esa situación y por ende hay que ser responsable de lo que ahí suceda.
* No exteriorizar el problema y culpar a otros de la respuesta emocional. Esta actitud no favorece el aprendizaje de las situaciones, ni aporta para un desarrollo de vínculos sanos.
Por el doctor Douglas Mennin, director de los serivicios de ansiedad y humor de la Universidad de Yale y del laboratorio de regulación de los desórdenes de la emoción y la ansiedad de la misma institución.
Sábado, 16 de junio de 2012