SALUD
Octubre es el mes de sensibilización contra el Cáncer de Mama
Durante el mes de octubre, se conmemora el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, una enfermedad causada por la multiplicación anormal de células de la mama que forman un tumor maligno.
Es el tumor que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, con una incidencia del 31 por ciento respecto de todos los tumores femeninos. Aproximadamente, una de cada ocho mujeres padecerá un cáncer de mama en algún momento de su vida.
Se estima que en nuestro país cada año se producen 18 mil nuevos casos, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer. Luego del Uruguay, la Argentina es el país de América con la tasa de mortalidad más alta, con 20,1 defunciones por cada 100 mil mujeres, afectando mayoritariamente a las mujeres de entre 45 y 70 años de edad, mientras que sólo el 1% de los casos de cáncer de mama se presenta en hombres2.
Si bien no se conoce con exactitud qué mecanismos desencadenan la enfermedad, se sabe que los siguientes factores incrementan el riesgo de desarrollarla: ser mayor de 50 años, tener antecedentes personales de enfermedad benigna de mama, antecedentes familiares de cáncer de mama, tratamiento con radioterapia dirigida a la mama o el tórax, tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona, haber tenido la primera menstruación a edad temprana y edad avanzada en el momento del primer parto, o no haber tenido hijos2. Otros factores que incrementan las posibilidades de desarrollar cáncer de mama son el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol en proporciones mayores a las recomendadas2.
Afortunadamente, si el cáncer de mama se detecta en forma temprana, existen amplias posibilidades de éxito en el tratamiento: aquellos tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación2. Esto es particularmente importante ya que en esta patología el pronóstico está estrechamente ligado al momento de la detección; un diagnóstico temprano evita y/o disminuye en gran medida la realización de procedimientos quirúrgicos radicales, atenuando la repercusión psíquica y socio-familiar que producen tanto la propia enfermedad como su tratamiento1.
Para Irene Marcet, Presidenta del Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA) y sobreviviente de cáncer de mama, “muchas mujeres demoran la consulta con el médico por ignorancia o por temor. Sabemos que más de un 40 por ciento no se realiza la mamografía anual. El miedo a la palabra ‘cáncer’ y el hecho de asociarla con la muerte, en muchos casos paraliza. La tarea de concientizar a la comunidad a veces se hace difícil porque nadie quiere escuchar hablar de cáncer. Como si de esa manera dejara de existir”.
En opinión de la Dra. Valeria Cáceres, oncóloga clínica, Jefa del Departamento de Oncología Clínica del Instituto Ángel H. Roffo -UBA-, “en cuanto a prevención, se recomienda realizar desde un programa de screening con mamografías para la detección de lesiones tempranas o lesiones in situ (tumores no invasores) hasta el consejo genético a familiares de pacientes portadores de cáncer de mama y toma de conductas en caso de presentarse una alteración genética que se asocia a una alta prevalencia de tumores”.
En cuanto al tipo de examen recomendado, los especialistas remarcan la importancia del autoexamen mamario mensual a partir de los 20 años, el examen clínico mamario anual realizado por el médico especialista a partir de los 30 años y la mamografía, la primera a los 35 años y una por año a partir de los 40, en mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares de cáncer de mama1. En aquellos casos que presenten antecedentes familiares antes de los 50 años de edad, las mamografías deberían comenzar 10 años antes de la edad a la que se presentó el tumor en dicho antecedente familiar.
“Aquellas pacientes que no tengan antecedentes familiares de tumores mamarios deben hacerse la primera mamografía a los 35 años, siempre acompañada de una ecografía, y luego, en forma anual, a partir de los 40 años”, insistió la Dra. Cáceres, quien también es Directora de la Carrera de Especialistas en Oncología de la Facultad de Medicina de la UBA.
En los últimos años, se ha registrado un aumento en la incidencia de la enfermedad, adjudicado por los especialistas en parte a un avance en la cantidad y calidad de las mamografías, pero también a cambios en hábitos de vida y otros factores que contribuyen a su desarrollo.
“Afortunadamente, hoy contamos con nuevos tratamientos para el cáncer de mama, que se caracterizan por ser nuevas moléculas diferentes a la clásica quimioterapia. Son medicaciones específicamente dirigidas para bloquear un blanco específico en la célula tumoral o bien moléculas que revierten la resistencia a la terapia hormonal. Esos agentes se aplican en enfermedad avanzada, pero dado sus excelentes resultados se están realizando estudios clínicos también en enfermedad temprana”, consignó la Dra. Cáceres.
“El cáncer de mama se puede detectar a tiempo con hábitos de vida saludables, con la visita periódica al médico, la mamografía anual y el auto examen mamario. El 90 por ciento de los casos que acceden a un diagnóstico temprano tiene buen pronóstico de recuperación”, concluyó la presidente de MACMA.
Martes, 6 de octubre de 2015