SALUD
Cada vez más argentinos guardan sus células madre por la posibilidad de tratar enfermedades
La conservación de células madre es una tendencia que está creciendo en la Argentina, no sólo por los costos más accesibles sino por sus potenciales usos futuros.
“Hace casi una década que la criopreservación llegó a la Argentina como algo desconocido, pero hoy ya existen en el país siete bancos privados y 60.000 argentinos que decidieron guardar las células del cordón de sus hijos en ellos, evidenciando que la demanda del servicio aumenta”, dijo a Télam Diego Fernández Sasso, miembro de ABC Cordón (Asociación de Bancos de Células Madre de Cordón Umbilical).
El especialista explicó que el dato clave es que ahora, además de guardar células de la sangre, se están guardando células mesenquimales, que son las del tejido del cordón y tienen un enorme potencial en lo referente a medicina regenerativa.
Las células madre, aclaró, tienen la capacidad de autoduplicarse en forma indefinida y también de generar nuevas células: “Hay dos grandes divisiones, las adultas, que se encuentran en la médula ósea y el cordón umbilical, y las embrionarias, que se obtienen a partir de un embrión y generan cierto debate ético”.
“A su vez podemos hacer dos nuevas divisiones, ya que tenemos las hematopoyéticas (que generan todas las células de la sangre) y las mesenquimales, que son más plásticas y tienen la posibilidad de generar células de distinta estirpe. Ambas tienen la capacidad de autoduplicarse y diferenciarse, pero las mesenquimales pueden desarrollar distintos linajes celulares que les permitirán desarrollar células del hueso, la articulación, la piel o el músculo”, detalló.
En relación a los costos, guardar el cordón tiene un costo inicial aproximado de 15.000 pesos, que incluye la extracción, procesamiento y criopreservación, y luego se debe abonar el mantenimiento con una cuota anual de 1.000 pesos.
Otro factor clave para el aumento de la demanda es que la criopreservación comenzó a expandirse y llegó a varias provincias del país, ya que no sólo hay en la actualidad opciones en la ciudad de Buenos Aires, sino también en Mar del Plata, Rosario y Córdoba.
“Es importante destacar que el proceso de recolección es completamente indoloro y sólo puede realizarse en los primeros instantes posteriores al parto (natural o por cesárea), siempre luego de que haya nacido el niño y se haya clampeado el cordón”, explicó Fernández Sasso.
Y agregó: “Ni el bebé ni la madre quedan expuestos a riesgo ni dolor alguno durante la recolección, y el proceso no altera en nada los tiempos del parto”.
Desde ABC Cordón precisaron que tanto las células de la sangre del cordón como las mesenquimales del tejido se conservan en criopreservación a 190 grados bajo cero, temperatura en la que no hay energía ni posibilidades de que las células realicen sus procesos biológicos, por lo que no maduran, envejecen o mueren.
De esa manera “la célula se mantiene ‘hibernando’ en perfectas condiciones para ser utilizadas en el futuro. Los estudios realizados hasta la actualidad permiten asegurar que las células madre durarán por décadas, ya que se han mantenido en perfecto estado por un plazo mayor de 20 años”, remarcaron.
“El uso potencial para medicina regenerativa hace interesante su guarda. Desde lo personal, creo que el que quiera y pueda donar debería hacerlo, y el que quiera y pueda guardar en un banco privado también”, sugirió Fernández Sasso.
El experto enfatizó que las células madre del cordón umbilical criopreservadas son “perfectamente compatibles” para el niño de cuyo cordón se extrajeron, y “dado que hay una probabilidad de uno en cuatro de una compatibilidad perfecta con un hermano, los padres pueden decidir que la sangre del cordón umbilical esté a disposición de ellos también”.
“El progreso científico y las investigaciones en marcha, tanto en nuestro país como en el mundo, nos permiten avizorar el uso futuro de este material para tratar múltiples enfermedades y mejorar así la calidad de vida de muchos pacientes”, completó.
Domingo, 16 de agosto de 2015