NIÑO ANIQUILADO EN MODO DE OFRENDA
Ramoncito marcó un antes y un después”
José Miceli participó de la investigación del caso, el único abordado como un crimen ritual de culto. “La incredulidad hizo de contrapeso”. “No se puede negar que las sectas destructivas existen.
La de Mercedes, del caso Ramoncito es sin dudas una secta destructiva, los ingredientes ideológicos, mágicos y religiosos son tomados de muchos sectores, y se los re significan con fines específicos, particularmente criminales”, dijo a este diario el licenciando José Miceli, quien fue uno de los investigadores en la causa por la muerte del niño Ramón Ignacio González; el único investigado como un crimen ritual de culto. “
Marcó un antes y un después”, aseguró el antropólogo y detalló: “El después se traduce en una férrea prohibición de investigar los crímenes con estas orientaciones y negar e incluso ocultar todo indicio ritual, para que no se vuelva a dar a conocer otro caso resonante”. Miceli recordó: “Lo que nos tocó vivenciar a los que trabajamos en estos años en el caso Ramoncito, atestigua sobradamente esta afirmación: la incredulidad hizo de contrapeso a todos los esfuerzos de investigación y nos dejó en solitario y en el descrédito profesional durante mucho tiempo, antes de ceder ante la evidencia de la realidad”. La Justicia condenó a diez personas por el crimen de Ramoncito.
El último fue Daniel Alegre, sentenciado a prisión perpetua hace dos semanas. “Una secta puede ser un grupo localizado en estadio de formación incipiente, como el caso de la de Mercedes, o una secta consolidada con amplia cobertura territorial en más de 194 países, como la secta Moon”.
(Diario Norte)
Lunes, 13 de julio de 2015