SALUD
Las campañas sobre VIH, cada vez más lejos del miedo y la condena
Especialistas en el desarrollo de campañas para la prevención de la expansión del VIH aconsejaron alejarse de mensajes que transmitan miedo, de la condena a ciertas prácticas o a dar una imagen negativa de la persona que vive con el virus, para lograr una "buena comunicación", en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida que se conmemora mañana.
"Muchas veces los creativos publicitarios están más pensando en el impacto para el público que en el objetivo, perdiendo de vista que los primeros que ven las campañas son las personas que viven con el virus", indicó a Télam Leandro Cahn, responsable de comunicación de la Fundación Huésped.
Cahn añadió que "es muy difícil dar una definición de lo que sería una buena campaña, pero, en principio, nosotros creemos que no está bueno comunicar desde el miedo porque el miedo paraliza".
Al hacer un balance histórico, Mariana Isasi, integrante del equipo de comunicación de la Dirección Nacional de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) describió que "las campañas fueron evolucionando de una mirada represiva y condenatoria que metía miedo, a una propuesta de empoderamiento”.
“Hoy existe la mirada de que la salud sexual es un derecho y por lo tanto es fundamental interpelar a quien está recibiendo el mensaje para darle información y que sepa que está en sus manos evitar contraer VIH", sostuvo.
"Es muy difícil dar una definición de lo que sería una buena campaña, pero, en principio, nosotros creemos que no está bueno comunicar desde el miedo porque el miedo paraliza"
Y añadió: "al mismo tiempo que las estadísticas fueron mostrando que la epidemia se diversificaba, no era sólo de homosexuales, las campañas fueron incluyendo otros públicos: mujeres, varones heterosexuales, adultos mayores".
Como acompañamiento de esa expansión del virus, las campañas de prevención llegaron a la televisión de la mano de la Fundación Huésped en alianza con el Consejo Publicitario Argentino.
"En 1992 hicimos la publicidad de las camas vacías, parafraseando a un poema de Bertol Brecht y lo que había que contar en ese momento era precisamente que el SIDA nos podía tocar a todos", aseguró Cahn.
Y agregó: "quienes estaban entonces en la Fundación cuentan que el impacto fue muy alto, que aumentaron considerablemente los llamados pero más allá de que la campaña haya sido buena, el gran salto fue llegar a la televisión, que antes no se había podido".
De los aprendizajes que Huésped tuvo durante estos años, el comunicador destacó, por ejemplo, que "el título tiene que tener el mensaje en forma clara porque no todos leerán el resto del material" y que "los mensajes engañosos no sirven".
"Por ejemplo, un material de mitos que diga 'dos preservativos sirven más que uno. falso' a la gente le resulta engañoso, no todos prestan atención al 'falso'", describió Cahn.
Para Isasi "las campañas de comunicación sobre VIH deberían estar focalizadas en brindar información o sensibilizar al público en el tema sin que esto implique censurar, discriminar o estigmatizar".
"El VIH en este momento plantea un fuerte desafío que es comunicar que es una infección crónica, que se puede vivir bien con VIH, pero también transmitir que no da lo mismo tener que no tener VIH. Lo cual es muy difícil de lograr", afirmó.
Para Patricia Pérez, una de las fundadoras de la Red Mundial de Mujeres Viviendo con VIH (ICW Global) y presidenta de la organización Más Paz, Menos Sida, "una campaña puede ser muy buena en cuanto a sus repercusiones, pero si uno mira las estadísticas a nivel mundial comprende que nos falta muchísimo porque seguimos teniendo casi la mitad de las personas con VIH que lo desconoce, y otro gran porcentaje que desconoce o no accede a los tratamientos en todo el mundo".
Basados en la certeza de que una cultura de la paz, que implica no sólo la ausencia de violencia sino la creación, por ejemplo, de sistemas amigables de salud, y en la existencia de una sociedad que discrimine menos, la organización lanzó una campaña llamada "Lágrima de Sangre", donde se focaliza, fundamentalmente, en la violencia hacia las mujeres.
"Esta es una pieza en la que nosotros le hablamos no sólo a la persona común y corriente, sino que es un material con el que queremos dar un mensaje a los más poderosos", sostuvo.
Y añadió: "luego tenemos piezas en las que focalizamos como una en la que apuntamos a la transmisión vertical, alentando a toda embarazada a realizarse el test, y otra en la que convocamos a un actor, Diego Olivera, a promover la no violencia hacia la mujer".
En relación a las temáticas que se deberían tener en cuenta, Isasi sostuvo que "hay tres que son fundamentales: la promoción del uso del preservativo en todas las relaciones sexuales, la promoción del testeo de todas las personas, y evitar el estigma y la discriminación de las personas que viven con VIH”.
Desde aquella campaña durante la presidencia de Eduardo Duhalde en la que se identificaba a la persona con VIH como "la manzana podrida" hasta la última del PRO de hace unas semanas en la que se veía una "vagina con un cierre", hubo una alta cantidad de ejemplos "malos", que para los especialistas sirven para explicar lo que “no” hay que hacer.
"Hubo una campaña en 2004 que quería transmitir el mensaje 'todos estamos afectados por el sida' y para ello utilizaba la imagen de los superhéroes, por ejemplo, a Superman en una camilla con máscara de oxígeno y terriblemente deteriorado", mencionó Isasi.
Y continuó: "la degradación física del superhéroe aterroriza al receptor que podría convertirse en una 'víctima' más de la enfermedad, esto genera indefensión frente al virus".
La comunicadora mencionó otra campaña de una organización francesa que buscaba concientizar sobre el uso del preservativo que preguntaba: ¿sabés con quién estás en la cama? y en la gráfica se veía a un hombre o mujer desnudos teniendo relaciones con una araña gigante.
"Esto criminaliza a la persona con VIH y juzga las elecciones sexuales", aseguró.
En este sentido, Cahn detalló que “desde Huésped estamos realizando numerosas campañas con las que apuntamos a quitar la responsabilidad de la persona con VIH del preservativo para ponerla en todos, es decir, todos tenemos que ser responsables de cuidarnos”.
Finalmente, los tres referentes coincidieron en que las campañas de prevención son sólo una de las patas para hacer frente al virus.
“Aunque pudiéramos diseñar la mejor campaña del mundo no bastaría, hacen falta las acciones cara a cara, servicios de salud más amigables y derribar por completo la discriminación y el estigma. Si no, por más campaña que se haga de promoción de testeo, no vas a querer enterarte si sos VIH positivo”, concluyó Cahn.
Domingo, 30 de noviembre de 2014