Operativo conjunto
Logran desbaratar células de la mafia china en la Argentina
Las acciones incluyeron la llegada de policías chinos a la Argentina. El operativo contó con apoyo de los Ministerios de Seguridad de la Nación y de Justicia y Seguridad bonaerense y logró disminuir la cantidad de crímenes a dueños de comercios asiáticosDe acuerdo a la agencia Noticias Argentinas, en los últimos cinco años se asesinaba a una persona por mes en hechos de este tipo.
En la Argentina hay una comunidad de 100 mil habitantes chinos y alrededor de 10 mil supermercados, cuyos dueños en muchos casos eran extorsionados para que pagaran una suma que oscilaba los 50 mil pesos anuales como "canon"
Con la excusa de darles protección, pero que en realidad era con el fin de evitar que los mataran.
Asimismo, los amenazaban con asesinar al resto de la familia de ese comerciante, quienes habían quedado en China.
En noviembre pasado llegó a la Argentina una comitiva integrada por seis o siete policías chinos, encabezados por el director general de la fuerza asiática, Liao Jingrong.
Asimismo, parte de esa comitiva fue recibida por el subsecretario de Investigación del Delito Organizado y Complejo, Miguel Robles, donde trataron la problemática.
El funcionario de la cartera que encabeza Nilda Garré le dio su respaldo y le comentó que ponían disposición las fuerzas de seguridad, entre ellas la Policía Federal, para colaborar en la investigación contra la mafia china.
Al mismo tiempo, la fiscalía general de Mar del Plata recibió al agregado político de la embajada de la República de China, Zhao Kan, al vicedirector general del departamento de seguridad pública de la provincia de Fujián, Xiaolin Kai, y al jefe de comisarías de Fungzhou, Chen Nai Ning para abordar la problemática.
Una vez concluida las rees con funcionarios judiciales y de seguridad de Nación y Provincia, la policía china empezó con sus tareas operativas.
Según relataron a NA, de inmediato, difundieron en esa comunidad asiática los teléfonos celulares de esos efectivos para que los comerciantes realizaran denuncias anónimas, con la identidad de los sujetos que llevaban a cabo las amenazas.
Fue así que lograron citar a una docena de sospechosos, a quienes les advirtieron que desistieran de seguir con las amenazas y ataques por medio de métodos disuasivos, que finalmente dieron resultado.
Asimismo, les congelaron las cuentas bancarias y se las monitorearon hasta la actualidad, para poder observar si hay algún aumento que no puede justificarse en el saldo.
La estadía de los policías en la Argentina duró apenas un mes y durante ese lapso contaron con el respaldo de la cartera nacional y provincial de seguridad, además de jueces y fiscales.
Mientras tanto, la Justicia argentina sigue adelante con las causas por ataques y homicidios cometidos en los últimos años con aquellos familiares que se animaron a denunciar a los agresores que fueron atrapados.
Estos integrantes de la policía china venían de implementar este mismo método en Sudáfrica, a donde habían viajado por problemas similares con la mafia china.
Además, a fines de octubre del año pasado, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, se había reunido con el vicejefe del Departamento de Seguridad Pública de la provincia de Sichuan, Zhang Ying, y con su delegación.
Durante la visita se interiorizó de la tecnología de prevención ciudadana, cámaras de seguridad, satélite de patrullaje y filmación de chapa y patente.
Ying, junto con su delegación, recorrieron también las instalaciones de la Escuela "Juan Vucetich", a fin de tomar conocimiento de las currículas de formación policial, mientras que Casal le brindó el apoyo de la policía Bonaerense para iniciar cualquier búsqueda de agresores de la mafia china.
Ya para diciembre, los efectivos asiáticos regresaron a su país al entender que habían logrado desarticular el accionar de la mafia china, cuyos integrantes parecen haber cesado con las amenazas y los crímenes a sus compatriotas, al tiempo que delincuentes de ese grupo se encuentran a disposición de la Justicia.
Domingo, 1 de abril de 2012