Es una prenda jovial y fresca
El bikini, 67 años y en plena juventud
Ha cumplido 67 años, la edad de la jubilación. Pero no. Es una prenda jovial y fresca. Como desde que nació. Es el bikini. El verano de 2013 lo recordaremos por el neón y los flecos, por los estampados étnicos y el estilo vintage en el tradicional traje de baño femenino de dos piezas. El nombre de Louis Reard provocará indiferencia al neófito en asuntos de moda.
Pero hace 67 años concibió una prenda trascendental en este ámbito. La historia, sin embargo, no ha hecho demasiada justicia con este ingeniero de automóviles nacido en Suiza.
Años después de la primera y muy piadosa puesta en escena de este minúsculo traje de baño, Marilyn Monroe y Ursula Andress se encargarían de honrar la auténtica magnitud del invento. La primera, a mediados de los 50, inmortalizando con innumerables fotos el traje de baño de dos piezas.
De Ursula Andress es bien conocida su escena, emergiendo del agua con un bikini blanco en ‘El agente 007 contra el Doctor No’. Año 1962. Un fotograma que ha quedado para la historia. Todo un icono de la sensualidad y de la revolución sexual femenina.
Pero hasta bien entrado el siglo XX, las cosas habían discurrido en el puritanismo más estricto. Al principio, pantalones anchos y muy largos, tejidos de lana, incluso corsés y sobrefaldas cubrían la anatomía femenina de las pioneras que se adentraban en el mar. Desde entonces, el traje de baño ha evolucionado al compás de los derechos sociales que la mujer ha conquistado. En España, sin embargo, el despegue de esta prenda fue lento y tortuoso.
En 1952, el entonces alcalde de Benidorm, Pedro Zaragoza, desafía la férrea moralidad de la España de Franco y permite el bikini. Al antiguo edil le costó una solicitud de excomunión.
Marbella y Santander se sumarían después a la incipiente moda. Son las tres ciudades españolas pioneras en el uso de esta prenda. No hay diseñador de moda femenina o gran firma que se precie que no haya situado un bikini en su tablero de diseño. Balenciaga, Christian Dior, Prada, Gucci, Vuitton, Alexander McQueen…
Hoy, con el bikini convertido en elemento indispensable en la maleta de cualquier mujer, muy lejos quedan los tiempos de Micheline Bernardini. Fue la bailarina nudista del Casino de París que desafió a la sociedad de su tiempo y presentó en sociedad el invento de Louis Reard. No había cumplido entonces los veinte. A sus 86 años, vive todavía y reside en Estados Unidos.
Por Angeles Ruiz
Viernes, 25 de octubre de 2013