VANDALISMO
La magistratura rusa cambió la acusación contra los activistas detenidos de Greenpeace
El Tribunal Arbitral de Murmansk, en Rusia, rebajó las acusaciones de "piratería" a "vandalismo" contra 30 activistas que participaron en el escalamiento de una plataforma petrolera en el Artico, lo que puede habilitarles la libertad bajo fianza."Les cambiaron el cargo a vandalismo, lo que les habilitaría la libertad bajo fianza, pero por un tema de horarios los abogados todavía esperan ser notificados", informó a Télam en Mar del Plata Margarita Malig, esposa del argentino Hernán Pérez Orsi, uno de los 30 activistas detenidos.
El director ejecutivo de Greenpeace en Argentina, Martín Prieto, consideró que "no hay nada que festejar, nos siguen acusando penalmente de un delito que no cometimos".
Esta nueva imputación está definida en el artículo 213 del código penal ruso como "alteración del orden público que manifiesta una clara falta de respeto a la sociedad".
"Rechazamos estos cargos, que siguen siendo desproporcionados. Estos activistas son hombres y mujeres valientes que fueron al Ártico armados con nada más que el deseo de denunciar las actividades de una empresa temeraria", declaró Greenpeace Rusia.
El mismo Tribunal rechazó hoy el pedido de libertad bajo fianza de Pérez Orsi, en tanto ya había rechazado el de la otra argentina del grupo, Camila Speziale.
"No he hecho nada malo, solo quiero volver a casa, estar con mi familia y abrazar a mi hija: no tengo ninguna intención de escapar de la investigación", dijo en la audiencia Pérez Orsi, tripulante de la embarcación del Arctic Sunrise.
Al hablar ante los magistrados, Orsi dijo: "Fui, soy y seré un modelo de ciudadano de mi país, soy padre de familia y un trabajador. Su señoría, no tengo ninguna intención de escapar. Voy a estar presente cada vez que se me necesite en el comité de investigación".
"No he hecho nada malo, solo quiero volver a casa, estar con mi familia y abrazar a mi hija"
Hernán Pérez Orsi
La rebaja de la acusación fue reportada por un vocero de la comisión investigadora citado por la agencia Itar-Tass.
Con esperanza renovada, Malig contó que su familia sigue "teniendo fe de que este tema se solucione a la brevedad, para al menos poder pasar las fiestas de fin de año juntos, como todos los años".
Malig dijo que "por el momento" no viajará a Rusia, ya que "el lunes lo hizo el papá de la otra argentina detenida", pero "si él consigue poder verla y me garantiza que al menos una vez por semana podemos visitar a Hernán, obvio que lo haré junto a mi hija quien en todo momento, y a pesar de ser chiquita (tiene un año), lo nombra y besa su foto".
Rusia rechazó asimismo el arbitraje del Tribunal Internacional del Derecho del Mar pedido por Holanda para liberar a la treintena de activistas de Greenpeace detenidos en el Artico por las autoridades rusas cuando realizaban una protesta en un barco con bandera holandesa en aguas internacionales.
"La parte rusa comunicó a Holanda y al Tribunal Internacional del Derecho del Mar que no acepta el procedimiento de arbitraje sobre el caso del barco `Arctic Sunrise` y no tiene intención de participar en su vista", indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores en una nota de prensa difundida por la agencias locales.
Según Moscú, en 1997, cuando ratificó la Convención de la ONU sobre Derecho del Mar, Rusia dejó constancia de que no acepta los procedimientos de arbitraje con decisiones vinculantes en contenciosos sobre el ejercicios de derechos soberanos y jurisdiccionales.
No obstante, la Cancillería manifestó que "Rusia sigue abierta a una solución a la situación creada".
Holanda declaró que presentó el recurso de arbitraje ante el Tribunal Internacional de Derecho del Mar, con sede en Hamburgo (Alemania) por considerar que la liberación de los detenidos en Rusia es un caso de "urgencia".
El pasado 18 de septiembre 28 activistas de Greenpeace, un camarógrafo y un fotógrafo independientes fueron detenidos por los guardacostas rusos, que abordaron el barco de la organización ecologista "Arctic Sunrise".
Poco antes, dos de ellos habían conseguido subir a un plataforma petrolera del consorcio ruso Gazprom, donde tenían el propósito de denunciar el daño que supone para el Artico la extracción de crudo.
Todos los detenidos fueron acusados entonces de piratería, delito que puede ser castigado con hasta 15 años de prisión, mientras que el de vandalismo, con siete.
Miércoles, 23 de octubre de 2013