ALARMANTE
"Desde que mi hijo se droga vivo un tormento, temo por su vida y por la mía"
Mercedes es madre de un joven de 31 años que se droga desde los 18. Desde entonces se volvió agresivo con ella y una hermana. Hace tres años perdió dos hijos a causa de las adicciones.Mercedes, es una de las tantas madres que diariamente lucha para revertir la situación por la que hoy atraviesa la provincia, la cual sufrió, en este último tiempo, un notable incremento de jóvenes adictos a las sustancias prohibidas.
La desesperación, la tristeza de ver el desintegro paulatino de sus hijos, y la urgencia por encontrar una salida, a veces muestran abatidas a las madres, pero lejos de dejarse vencer, se fortalecen diariamente para vencer la problemática.
“A veces siento que no me quedan fuerzas pero por mi hijo sigo luchando. Desde que mi hijo se droga vivo un tormento. Hoy tiene 31 años, pero consume desde los 18. En todo este tiempo se dedicó a delinquir y hasta se volvió agresivo conmigo y su hermana. No vivimos en paz, incluso nos roba a nosotras para poder comprar lo que él necesita. Tengo miedo de que lo maten’, comenzó su relato Mercedes, quien entre lágrimas recordó que hace tres años perdió dos hijos a causa del consumo de drogas legales e ilegales.
‘Tener hijos adictos puede ser lo peor en la vida. En el 2010 murió mi hijo mayor por una cirrosis. Era adicto al alcohol y un día el cuerpo le dijo basta. Y a los tres meses de su muerte, Dios me llevó a otro de mis hijos, que tenía 19 años. Él murió por una sobredosis’, recordó Mercedes.
Pero las historias cargadas de adversidades invaden en la zona norte de la ciudad capital. Sandra Gómez, tiene un hijo de 15 años, que comenzó a drogarse con ‘fana’ hace poco más de un año. A pesar de las charlas y de los consejos, el joven ya abandonó la escuela y hasta roba a sus vecinos para poder comprar el producto.
‘Le di de todo, le compré lo que quería, pero igual así me pagó con lo peor. Tiene 15 años y ya no lo puedo controlar. Es algo muy doloroso, porque uno va viendo cómo tu hijo se va muriendo lentamente’, explicó Sandra sobre lo que significa vivir con un adicto.
Sin embargo, la esperanza no está perdida y es Julia Gorosito, la que se encarga de levantarles el ánimo. Ella es madres de dos jovencitos (de 15 y 19 años), que gracias a sus ruegos a Dios (fiel a su religión), está logrando su cometido.
“Mi hijo de 15 años se drogaba, pero dejó de consumir hace poco tiempo. Y el mayor, no consume como antes. De a poco va dejando la adicción. Cuesta, pero es posible”, aseguró.
Miércoles, 21 de agosto de 2013