REPRESIÓN DE LA POLICÍA
MADRUGADA DE VIOLENCIA EN CORRIENTES: Batalla campal entre seguidores y policías: hombre perdió un ojo
Unos 250 fanáticos del grupo de cumbia Yiyo y los Chicos 10 se congregaron frente a una casa. Interrumpieron el tránsito y provocaron desmanes. Al llegar la fuerza del orden la recibieron tirándole vino, piedras y botellas. El herido sufrió un disparo con bala de goma.
Un hombre sufrió la pérdida de un ojo al recibir un disparo en medio de un dantesco enfrentamiento entre seguidores del grupo de cumbia Yiyo y los Chicos 10 y la Policía, ocurrido ayer a la madrugada en el barrio Villa Raquel de la capital correntina.
Carlos Augusto Alfonso, de 34 años, permanecía internado en el Hospital Escuela como consecuencia de estallido del globo ocular izquierdo, ocasionado al ser blanco de un certero impacto de bala de goma.
Los incidentes se registraron alrededor de las 2:15, delante de un domicilio de Tacuarí al 2100 casi avenida Cazadores Correntinos.
Alrededor de 250 simpatizantes de la banda de música tropical llegaron hasta una vivienda donde había una reunión familiar, a la cual Yiyo debía animar con una actuación.
El evento estaba autorizado mediante las notas respectivas a las autoridades. Pero con la salvedad de que debía realizarse entre la 0 y la 1 y sin los famosos “seguidores”.
El horario no fue respetado y tampoco el requisito de la no presencia de los fanáticos que acostumbran a desplazarse en caravana, en decenas de motocicletas.
Los “fanas” de Yiyo, de acuerdo a la versión policial, interrumpieron el tránsito y muchos de ellos, en evidente estado de ebriedad, comenzaron a provocar disturbios. Ante esta situación, tanto vecinos como automovilistas realizaron llamados a la fuerza del orden para pedir su intervención ante semejante caos.
Cuando llegó un patrullero de la comisaría Quinta precisamente no tuvo la mejor recepción. A decir de las fuentes consultadas por diario época, un grupo de efectivos fue agredido con insultos, lanzamiento de botellas e inclusive uno de ellos hasta habría sido rociado con vino.
Los policías atacados pidieron refuerzos que llegaron de forma rápida, puesto que a algunos de los móviles justo le realizaban carga de combustible en una estación de servicios ubicada a algo más de una cuadra, al otro lado de avenida Cazadores.
Los desmanes continuaron al punto de cobrar mucha más densidad. “Se produjeron corridas, agresiones con cascotes, botellas y al menos tres patrulleros quedaron dañados”, indicó uno de los efectivos que participó del procedimiento.
En medio de la batalla campal, Alfonso sufrió el impacto de un proyectile de goma en el ojo izquierdo. La detonación habría partido de una escopeta portada por uno de los policías.
El herido fue llevado de urgencia al Hospital Escuela, donde al rato se produjeron disturbios entre sus allegados y familiares con los efectivos de guardia. Ante esto, al establecimiento médico debió acudir el Grupo Táctico de Operaciones (GTO) a preservar el orden en medio de un clima de suma tensión.
La vivienda donde actuaba Yiyo está situada en la esquina con calle Lamadrid y pertenece a un hombre de apellido Pruyas. Las autoridades policiales como judiciales evaluaban qué responsabilidad le cabría a esta persona.
Ayer a la mañana en parte de la cuadra existían vestigios de la noche de violencia. Vidrios de botellas rotas, botellas vacías de vino, whiskie y otras bebidas estaban diseminadas en la vía pública.
Por un lado hay una causa iniciada como “atentado y resistencia a la autoridad y daños a bienes del Estado” y otra a raíz de “lesiones graves con arma de fuego”. En ninguna de las dos figuran personas detenidas.
Lunes, 19 de agosto de 2013