PAREJAS: Por María Pérez
Cómo combatir la ansiedad sexual
La ansiedad sexual es la respuesta de sobre activación que tienen algunas personas a las que les preocupan de forma excesiva e inadecuada las relaciones sexuales. Si las expectativas y las exigencias hacia el desempeño sexual resultan demasiado estrictas o elevadas, puede que las dudas, miedos y preocupaciones aparezcan e impidan el disfrute y el placer de mantener relaciones sexuales.
En estos casos pueden aparecer los mismos síntomas que se produce en otras situaciones de ansiedad (sudores, taquicardias, temblores, respuesta de huida o evitación…), sumados a los propios de la conducta sexual como disminución del deseo sexual, trastornos de erección, eyaculación precoz, vaginismo, dispareunia…
Las causas que pueden activar la ansiedad sexual son múltiples: la preocupación por un posible fracaso sexual, las falsas creencias y las expectativas exageradas, la educación represiva, las actitudes negativas, los prejuicios, la falta de información sexual, el miedo al embarazo o a contraer enfermedades sexuales, la falta de habilidades sexuales, los problemas de autoestima, la inseguridad, los problemas en la relación de pareja, miedo a perder el control… En los casos más graves, y especialmente en las mujeres, puede generase aversión al sexo.
La ansiedad, pese a que inicialmente desvía y dirige nuestra energía a la solución de un problema, en el plano de la sexualidad repercute negativamente, dificultando la respuesta sexual y suele interferir en el rendimiento, convirtiéndose en un problema si se hace recurrente.
¿Qué podemos hacer para evitar o disminuir la ansiedad sexual? Podemos comunicar los miedos a la pareja para una mejor comprensión y búsqueda conjunta de soluciones. También es importante informarse sobre las preferencias sexuales de la pareja, esto aporta más seguridad. Es muy importante identificar todos los factores estresantes, aquello que nos inquieta, para de esa forma poder combatirlo.
Lo importante es saber que, aunque en ocasiones puede acarrear bastante malestar e insatisfacción, puede solucionarse de forma satisfactoria. Para afrontar la ansiedad sexual suele dar muy buenos resultados realizar un entrenamiento de relajación y modificar los pensamientos negativos por otros que posibiliten el placer de los contactos sexuales, la buena comunicación con la pareja, como ya se ha comentado, también ayuda mucho. A veces es necesaria la ayuda de un sexólogo, porque no siempre es fácil combatir la angustia. Con ayuda profesional los resultados pueden ser más rápidos y satisfactorios, por lo que vale la pena pedir ayuda para combatir la ansiedad que impide disfrutar plenamente del sexo.
Sábado, 16 de febrero de 2013