TERCERA NOCHE DE CORSOS OFICIALES
Monte Caseros recibió público de toda la región
Con ocupación plena del Corsódromo, sin plazas disponibles en hotelería y con la capacidad de casas y departamentos en alquiler en su tope, la ciudad vivió una noche cargada de emoción y de visitantes de todos los puntos de nuestra querida Argentina y de países incluso como Italia y Brasil. Una edición exitosa que continua brindando satisfacciones, superándose a sí misma, y que ostenta ya el poder de ser considerada nacional e internacionalmente como un punto turístico y cultural de gran relevancia, se engalanó en esta tercera noche de carnavales para brindar aún más de lo esperado.
Tribunas cargadas, público que disfruto tanto en ellas, como en las espontáneas “guerras” de nieve en medio de la pasarela. Espectadores que brevemente cruzaron a fotografiarse con las diosas y los dioses de nuestros carnavales. Y aún, con tanto y tan variado púbico, ni un solo incidente.
Por eso es loable destacar el enorme equipo de enfermeros, bomberos, inspectores de tránsito, personal de la policía de Corrientes, seguridad, alumbrado público, limpieza y mantenimiento, (entre tantos otros), que silenciosa e inadvertidamente trabajan desde detrás del telón asegurándose que nada falle y todo sea diversión.
Con el pasaje de comparsa Orfeíto, casi sobre las once de la noche del sábado 26 de enero, se abría el lujoso pasaje de agrupaciones presentando en un primera etapa su segmento más tierno: pequeños y pequeñas que con energética alegría se desplazan sobre los carros, y entre medio de ellos, mostrando como el amor al carnaval es también una virtud cuidadosamente cultivada en cada ciudadano, aún desde muy pequeño, transmitida de generación en generación.
Veinticinco minutos antes de las doce de la noche, el pasaje lo iniciaba Grupo Alegría a la que continuaba luego, fantástica también, y ya comenzando el nuevo día –al transcurrir veinte minutos de las cero horas del domingo 27-, Comparsa Carunberacito.
La Nueva Shangay se anunciaba varias veces hasta que, finalmente se ponía en marcha minutos más tarde de la una de la mañana. Fuera de programa, otro clásico de carnaval, traía a los chicos de rugby (ya los descubrimos!!) con su grupo de “Los Bebesines”, un pequeño pasaje que trajo muchas risas.
En simultáneo la comuna procedía a sortear los mil pesos en efectivo que se disponen como incentivo para quienes ingresan al predio de manera temprana, con entradas anticipadas. En este caso, el ganador fue el poseedor del Nr. 7587.
Quince minutos antes de las dos de la mañana, la pista y las tribunas eran de Comparsa Juventud, gloriosa tras su retorno y al lograr con ello que nuevas agrupaciones deseen intentarlo, ya que se anunciaba desde la locución que el 2014 traeré en Carnavales el retorno de otra memorable: Las Ratas con Timbre.
Al palco principal lo alcanzaban a las dos y veinte de la madrugada, “La máquina de competición y sus inmaculadas promotoras”, otra humarada de los rugbiers que en esta oportunidad despertó plenas carcajadas por la excelente caracterización lograda por ellos en estos roles.
A las dos y media de la madrugada, Florencia Pereyra celebraba, tras conocer que su número, el 47, fue el afortunado ganador del sorteo realizado entre los niños que juntando cinco latas vacías de nieve, las canjeaban por un numerito, colaborando con la limpieza del predio. Flor, esta noche, se fue en bici.
A las dos y treinta cinco se anunciaba a la Campeona de los Carnavales 2012, y esplendorosa, incomparable, asomaba ya desde lejos el brillo de Orfeo, impactante con sus carros. Diez minutos antes de las cuatro de la mañana, con un público ya en la cúspide de su emoción, llegaba la rival, la bicolor, la que une el rojo y el amarillo tiñendo hasta el último rincón.
Carún Berá hechizaba y en su magia caían indudablemente rendidos todos aquellos que por primera vez llegaban a nuestros carnavales. Su ritmo, su danza, su efusividad, todo en ella la convierte en una gran competidora en este campeonato 2013, en el que además, noche a noche, esta se vuelve una sensación que se afianza.
Rondando las cinco de la mañana –lo cierto es que ya nosotros también disfrutábamos olvidados del trabajo-, minutos antes, minutos después, el pasaje terminaba, y en la cabecera final los Samberos permanecían aún un rato deleitando a los espectadores aún cuando la noche oficialmente ya se había dado por finalizada.
Domingo, 27 de enero de 2013