EL FACTOR CLIMÁTICO
Temen aumento de vectores de Dengue y Leishmaniasis
Con las lluvias, los agentes transmisores de ambas enfermedades tienen más lugar para reproducirse, y el riesgo potencial crece de forma peligrosa. Los vecinos no deben dejar de colaborar con la limpieza. Las complicaciones de las lluvias intensas de la semana anterior no dejan de aparecer y lo más grave es la amenaza de la proliferación de los vectores del Dengue y la Leishmaniasis. Los residuos estancados en algunos sectores y la acumulación de agua en botellas y envases de plástico que nadie controla, son los mayores problemas.
La escalada de animales infectados con el parásito de la Leishmaniasis no se detiene. Tal como adelantó EL LIBERTADOR, el Municipio reconoció que en la Capital ya fueron detectados los primeros casos de 2013, y lo mismo ocurrió en algunas localidades del Interior. Sin embargo, esto no era algo inesperado para las autoridades. Según manifestaron a este medio, los diagnósticos son en realidad tardíos, porque los perros estuvieron enfermos desde hace varios meses hasta que los síntomas se hicieron visibles. "Por eso es que podemos asegurar que los casos van a seguir apareciendo", comentó el director de Zoonosis local, doctor Carlos Molina Provassi.
En este sentido, el profesional también adelantó que en esta época del año es cuando deben extremarse los cuidados de parte de la población, especialmente debido a las intensas lluvias como las de los últimos días. "Las precipitaciones traen aparejado este otro inconveniente porque tras su paso crecen los reservorios para los vectores de esta enfermedad y en especial para el del Dengue", explicó.
LOS BASURALES
Los residuos en las calles son una cuestión crítica, ya que su acumulación implica la multiplicación de sitios en los que proliferan los insectos que pueden trasmitir cualquiera de estos males. Principalmente en el caso de las botellas plásticas o las bolsas, que permiten que el agua quede estancada y sirva para reproducción del mosquito, en el caso del Aedes Aegypti. Al mismo tiempo, los desperdicios sólidos sirven para el crecimiento de las larvas del Carachai, trasmisor de la Leishmaniasis.
Las cubiertas al aire libre, las botellas descartables y los restos de comida y hojarascas proliferan en la ciudad a raíz de la falta de conciencia vecinal que impide el correcto accionar de los agentes del área de Planeamiento Urbano y del Departamento de Control y Vigilancia de Vectores de la Comuna. "Cualquier trabajo que se haga será en vano si los vecinos no colaboran con la limpieza, y más en estos días con el clima que tenemos", agregó Molina Provassi cuando fue consultado por el tema.
El funcionario puntualizó una vez más en la necesidad de extremar el ordenamiento ambiental y la tenencia responsable de las mascotas para no dar ninguna tregua en la batalla contra estos males que amenazan la salud de los ciudadanos.
Puntos clave son, entonces, controlar los patios y estar alertas ante cualquier síntoma que puedan presentar los animales en cada hogar. Y lo más importante, comunicarse ante cualquier duda.
Jueves, 17 de enero de 2013