Amistad
El amigo sin ventajas
Lo conocí el primer día en la universidad, cuando atrasada, buscaba en la sala con desesperación un banco para zurdos. De pronto, al lado de una cabeza crespa estaba mi asiento. Dejé mis cosas en el suelo, me senté y miré hacia el lado. Ahí estaba Alonso, sonriendo. Desde ese día, el banco para zurdos siempre estuvo a su lado. Con los años me enteré de que lo defendía a golpes si era necesario, pues eran un bien bastante escaso. Cuando terminé mi pololeo de varios años, me invitó a salir. Y lo pasé bien, pero ahí quedó… realmente no me gustaba. Con los años me lo volví a encontrar, ya estando separada, y se volvió invitado habitual de mi grupo de amigas.
Ellas insistían en que estaba enamorado de mí, pero les decía que na’ que ver que éramos sólo amigos-amigos. Me acompañó a matrimonios, cuando encontró pega me invitó a comer con su primer sueldo, cocinó para todas en su casa varias veces, me llevaba flores cuando me iba a ver a mi función de fin de año de flamenco y cuando estaba aburrida y no reusltaba nada, lo llamaba y le preguntaba: ¿en qué andai?.
En fin hasta que un día, un amor del pasado comenzó a rondarme. Lo integré a mi grupo y salimos con Alonso y las chicas. A la semana siguiente sólo dijo: “Es demasiado alto para ti”. La Vale insistía en que estaba enamorado de mí, pero yo le porfiaba con que jamás me había dicho nada, ni insinuado nada, así que lo encontraba muy poco probable.
Me lo pregunté en soledad muchas veces, sobre todo ante la cantidad de “pasteles” que me rondaban, pero una y otra vez la respuesta era “no, no me gusta”, pero sí me entretenía salir con él. Finalmente Alonso desapareció, luego de haberse visto las cartas con una bruja, más encima con 20 lucas que le presté ( a su favor realcó que esaba sin pega y desesperado).
Me llamó y me contó que la señora era sorprendente y le había dicho que la cortara con buscar mujeres inadecuadas. Después de ese día se lo tragó la tierra. Entonces concluí que realmente era probable que el me quería más como amiga-posible-polola que como amiga-amiga.
No es fácil leer los sentimientos de alguien que no es evidente en la conquista. Por esa ceguera podemos herirlo. Quieres salir con él, pero sólo eso, no osbtante él entiende otra cosa. ¿Porqué? Porque los hombres no escuchan palabras, sólo se atienen a los hechos, y si una y otra vez aceptas sus invitaciones se queda con eso. Es difícil la amistad sincera y mutua entre hombres y mujeres… lo que llamo amigo-amigo o amigo sin ventajas. ¿No creen? Así que para evitar los malos entendidos, este 18 no teclareé mi teléfono.
Viernes, 2 de noviembre de 2012