LIGAS AGRARIAS
Identificaron los restos de un tabacalero de Corrientes desaparecido por la dictadura
Los restos de un delegado de Ligas Agrarias desaparecido por la dictadura en Perugorría en 1977 fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf). Estaba enterrado en un cementerio de la localidad de Mercedes donde permanecía como NN.
El correntino que recuperó su identidad es Pantaleón Romero, quien fuera secuestrado y asesinado por la dictadura militar en 1977, cuando se desempeñaba como delegado de Ligas Agrarias en el Paraje Palmita, de la localidad correntina de Perugorría.
Romero, agricultor tabacalero, fue desaparecido el 17 de marzo de 1977 en su casa, a los 46 años de edad. Estaba casado con Elvira Regonat y tuvieron nueve hijos.
“Mi padre se llamaba Pantaleón Romero, nació en el ´30; cumpliría 47 años cuando lo secuestraron, pues es de julio, del 27, Día de San Pantaleón. No pertenecía ni al peronismo ni a Montoneros, era radical de cuna. Era radical yrigoyenista, eso me enteré después, pero él, políticamente se juntaba con los radicales de Curuzú Cuatiá”, relató su hijo Anselmo “Emo” Romero, en un semblante trazado para el libro ´Historias chiquitas que cuentan la historia grande´, de la organización de Derechos Humanos Medehs de Goya.
Su cuerpo fue hallado meses después del secuestro en el río Miriñay, a la altura de Paso Mesa, e inhumado como NN en el cementerio de Mercedes.
En 1984 sus restos fueron exhumados en el marco de una búsqueda encarada por iniciativa de familiares de desaparecidos y permanecieron al cuidado de la Justicia Provincial, donde se abrió un expediente que en 2006 pasó al Juzgado Federal de Paso de los Libres.
Su desaparición fue incluida en las causas por crímenes de lesa humanidad que juzgaron desapariciones y torturas cometidas por un lado, por la dictadura en Goya y por otro, a representantes de Ligas Agrarias de diversas localidades del interior provincial.
Sin embargo, los autores mediatos lograron ser apartados por juntas médicas que decretaron sus incapacidades para afrontar los debates, por lo que su desaparición y muerte permanecen impunes.
Son, el jefe de la III Brigada de Infantería del Ejército, Llamil Reston, por entonces con el grado de comandante y a cargo de la subzona militar y el general Edmundo Aldo Bertorello, quien estaba a cargo del área como jefe de la Compañía de Ingenieros VII del Ejército en Goya.
Juan Manuel Laprovitta
Twitter: juanmalapro
(Diario El Litoral)
Jueves, 27 de septiembre de 2018