ABORTO LEGAL
Empezaron los cierres y la votación será durante la madrugada
El conteo continúa siendo favorable a los legisladores que se oponen a la iniciativa. Se consolidó una mayoría de 38 a 31 en contra del proyecto que tiene media sanción de Diputados. Los manifestantes, verdes y celestes, se congregan en gran número en las calles pese al mal clima
A las 10:32, luego de que se cumpliera con el protocolo y se entonaran las estrofas del himno nacional argentino, la Cámara de Senadores inició la sesión en la que está previsto que se discuta el proyecto de despenalización del aborto que tiene media sanción de la Cámara de Diputados.
En la previa del encuentro se despejó una de las dudas: el tucumano José Alperovich confirmó que votará en contra de la iniciativa. Así se terminó de conformar una mayoría. La posición del "NO" al aborto legal se impone 38 a 31 en el inicio de la discusión.
Gabriela Michetti, presidente del Senado y una de las caras visibles de los movimientos que rechazan la ley, estuvo ausente en la apertura del debate. Llegó cuando ya había pasado una hora de discusión. La ex presidente Cristina Kirchner tampoco estuvo en el recinto. Quien sí se presentó en el inicio fue el ex mandatario Carlos Menem, quien adelantó que también rechazará la media sanción de Diputados.
En su carácter de presidente de la Comisión de Salud, el senador nacional de Jujuy Mario Fiad fue la primera voz que se alzó durante el debate en contra del proyecto. Dijo que era inconstitucional y que contradecía los principios del Código Civil y el derecho argentino. "Reconocer el derecho a la vida como derecho fundamental es la base de nuestro ordenamiento jurídico y en los debates no quedaron dudas sobre el momento del origen de la vida: es el momento de la concepción", argumentó.
Pedro Guastavino, presidente de la comisión de Justicia y Asuntos Penales, fue el segundo orador. Comparó la trascendencia de la actual discusión con las leyes de divorcio vincular y matrimonio igualitario. "La Argentina será un poco mejor si aprueba esta ley, hoy los ojos del mundo están puestos acá", introdujo.
Además, denunció amenazas a través de mensajes de texto: "En el día ayer me pasé atajando y esquivando crucifijos de un sector de la Iglesia que cuando nos desaparecían y nos secuestraban miraban para otro lado". Mientras hablaba se interrumpió brevemente el audio, lo que generó el enojo de varios legisladores, entre ellos Miguel Pichetto, quien está sentado a su izquierda.
"La realidad nos indica que hoy no estamos discutiendo aborto sí, aborto no. No hay aquí un bando a favor de la vida y otro a favor de la muerte. Lo que se discute aquí es terminar con el aborto clandestino y las muertes que se producen. Aún sin ley, ellas, las mujeres, algunas mujeres, ante un aborto no deseado seguirán entregándose a un pseudocirujano o a un curandero arriesgando su vida. Esa es la realidad que nos interpela. ¿Qué hacemos nosotros ante esta realidad?", planteó Guastavino.
Dalmacio Mera, senador por Catamarca y presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, defendió su rechazo al proyecto. Hizo hincapié en la invalidez -según su criterio- de la media sanción de Diputados.
"Este proyecto prescribe que el aborto no es delito hasta la semana 14, lo deja a expensas de la simple voluntad de la mujer o de la persona gestante, no he podido escuchar en el debate qué sustancia mágica o qué proceso biológico se provoca en la semana 14 para que una vida valga más o menos a partir de ese momento preciso", desarrolló.
"Hay vida, hay vida. No leí nada sobre el valor incremental de la vida. ¿Vale más un joven que un viejo? No lo encontré en ninguna legislación el valor gradual de la vida", complementó.
El senador Esteban Bullrich, cara visible del sector que se opone a la sanción de la ley, planteó: "Quiero comenzar con la pregunta "¿Qué es la vida?" La vida es lo que nos hace estar hoy acá, sin vida no hay Pacto de San José de Costa Rica, no hay Constitución, no hay Senado, no hay nada… La vida es un requisito para todo".
"Que haya mujeres que lleguen a esa decisión es un fracaso de la sociedad, de todos nosotros, porque la maternidad no debería ser un problema. Deberíamos entender que el aborto es un fracaso social, no es una política pública. La decisión de una mujer de abortar es algo trágico y debe ser sel foco de ese debate: cómo evitamos que esa mujer llegue a esa decisión", precisó.
"Este proyecto de ley, que es malo, legaliza ese fracaso. Yo quiero creer que si entendemos todos que el aborto deja huella, deja dolor, no puedo creer que la solución sea que lo hagamos en una condición mejor. Que iluminar algo oscuro va a ser lo menos trágico. No es así: no vamos a hacer menos trágico el aborto porque se haga en un quirófano, aspiremos a más", continuó.
El discurso de Rodolfo Urtubey fue uno de los que más polémica generó en redes sociales. Al exponer su propuesta para definir en el nuevo Código Penal los límites de los casos no punibles de aborto, escindió los casos "de configuración clásica" y los de "subordinación o sujeción".
"Hay algunos casos donde la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violación pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación, de una sujeción", desarrolló.
A su turno, el senador fueguino Julio Catalán Magni aseguró que "la política debe buscar claramente un punto de encuentro que nos permita debatir en serio y sin dilatarlo. Si esto hoy no se convierte en ley vuelve en agosto del año que viene. Mis cuatro hijos me dicen lo mismo: papá, que salga. La sociedad reclama que el Estado pare de negar lo que pasa".
Por su parte, la senadora Nancy González dijo que "tengo que agradecer a los que me agredieron, a los que me pidieron que mate a mis hijas y a mis nietos porque me fortalecieron. Soy católica pero cuando me votaron, me votaron que legisle para todos los ciudadanos argentinos". "Esta ola verde no la puede parar. No seamos conservadores, ¿qué estamos esperando? ¿Que venga otra generación a votar esto? Maternar es político, no puede quedar en un mandato biológico. Las mujeres deben elegir, no lo podemos imponer", agregó.
Uno de los discursos más encendidos fue el de la legisladora por Tucumán Beatriz Nirkin, quien en el comienzo dijo que "la senadora preopinante (en referencia a Miriam Boyadjian) ha cambiado un poco el contenido de mi discurso y el tono de mi voz. La verdad que plantearse la consigna como aborto sí o aborto no o el salvemos las dos vidas, sirve para que sigamos igual. Sirve solamente para que sigamos teniendo abortos clandestinos". "Me votaron para legislar y la ley puede mejorar las condiciones de vida. En la Argentina se aborta. Acá todo es no al proyecto, no a las modificaciones, entreguemos los hijos a los nueve meses. Qué somos la mujeres, ¿vientres? ¿O somos seres humanos con derechos?", agregó.
En esa línea, dijo que "los proyectos que llegaron hablan de tener a los hijos y darlos en adopción. Estuve en el poder ejecutivo de mi provincia, y he visto a los chicos que no se aceptan en adopción no porque la justicia lo demore, es porque no los quieren a los chicos si son negritos, quieren chicos elegidos". En ese momento, Michetti le interrumpió y le dijo: "Senadora, ¿me permite que le diga algo? Me da miedo que le haga mal…". "No, no se preocupe, ya me han hecho mal estos meses. Es muy doloroso esto que está pasando. En las exposiciones aprendí, pero algunas cosas me dan vergüenza ajena. Si salimos acá sin ley, qué vamos a hacer mañana", concluyó.
El senador Julio Cobos también tomó la palabra, y en su discurso dijo que "no podemos aceptar interrumpir una vida es la solución. Existen alternativas previas. Un problema puede o no tener solución. Pero cuando estamos en un dilema de tensión de derechos, las alternativas de acción que surjan no va a conformar a todos. Cada senador se inclina por privilegiar algún derecho sobre otro". "La mayor tensión se produce en la libertad del derecho a decidir sobre la continuidad o no de una vida, que se desarrolla en el propio vientre de la mujer, y ahí está el principal dilema", consideró, y concluyó que "nadie está ni puede estar a favor del aborto, pero no podemos aceptar que interrumpir una vida es la solución. Llegar a este punto es aceptar que nos resignamos y que fracasamos en los pasos previos".
En contraste, el presidente del PRO a nivel nacional Humberto Schiavoni destacó que en marzo, "el gobierno tomó nota de un reclamo social, no es un tema que se impuso artificialmente, se impuso desde la sociedad. Nadie quería hablar de este tema. Más de 40 mujeres mueren por año y miles abortan en la clandestinidad. Nos guste o no nos guste, los abortos se realizan. La criminalización del aborto ha fracasado". "Misiones es la provincia con mayor cantidad de embarazos adolescentes en Argentina. ¿Vamos a obligarlas a estas niñas y adolescentes y dar a luz en contra de su voluntad? Legalizar el aborto no es obligar a abortar. Sería deseable que nadie aborte pero es una realidad que se constata. Despenalizar no es suficiente. El aborto seguro no debe estar sólo al alcance de las que más tienen", concluyó.
Entre los oradores también estuvo el cordobés Carlos Caseiro, uno de los tres senadores que impulsaron cambios en el proyecto para que consiguiera más apoyos (intento que finalmente fue bloqueado por quienes están en contra de la ley), y aseguró que "nosotros estamos por el sí, queremos que la ley salga; es una gran necesidad para la Argentina de hoy". "110 países del mundo han llevado adelante esta ley, porque saben que es un crecimiento en la visión, la defensa de los derechos humanos", contó, al tiempo que advirtió que "si no sale esta ley no cambia nada. ¿Si no hay ley, en qué mejoramos?". "La mujer de hoy no es la de hace 50 años, este es un mundo que ha evolucionado; la mujer está luchando para estar a la par del hombre y lo merece. Hay que reconocerles los derechos más allá de lo que votemos hoy", destacó.
Por último, concluyó que "la ley no obliga" a abortar y concluyó que "hoy miles de mujeres lo están haciendo sin preguntarnos nada. Esta ley equipara derechos".
A su turno, la radical Pamela Verasay dijo que "estamos ante un problema de salud pública, que debe ser resuelto". "Si no hubiera abortos clandestinos, no estaríamos discutiendo esto. No hay abortos porque hay ley; estamos buscando una ley porque hay abortos clandestinos. El sistema, tal cual está hoy, fracasó. Sería muy grave dejar todo como está, clandestino", enfatizó.
En esa línea, dijo que "el aborto existe y va a seguir existiendo; para algunos senadores la causal de muerte es evitable. Hubo consenso de que el aborto existe; segundo, compartimos que las mujeres no deben ir presas por el aborto". "Nadie quiere más abortos", agregó, y concluyó que "ninguna convicción está amenazada. Nadie está forzado a hacer algo que lo violente".
La senadora Silvina García Larraburu había generado polémica luego de que confirmara que iba a votar en contra, a pesar de que pertenece al bloque del Frente para la Victoria del Senado, que había adelantado que iba a apoyar el proyecto por unanimidad. "Este debate ha nacido viciado y al que fuimos lanzado en las peores condiciones. Hemos sido enredado en una batalla para servir a tácticas de coyuntura. Nuestro Presidente nunca será recordado como estadista que inició un sendero de empoderamiento o de reconocimiento de derechos de las mujeres porque en realidad su gobierno recorta los presupuestos fundamentales de la gestión en materia de derechos y subejecuta el presupuesto de salud en la materia que nos atañe", destacó.
"No he visto una intención de comprender y solucionar la problemática de la mujer ni de afrontarla con políticas públicas ya que en estos dos años y medio se han destinado fondos para tal fin. No se puede precipitar un tema condicionado por una pelea personal con el Vaticano. Es un proyecto que nada tiene que ver con nuestra realidad ni nuestra idiosincrasia. Es una solución escandinava para una nación que está en muchos aspectos cercana a Haití. El problema de hoy es el acceso a la salud", concluyó.
Por su parte, la senadora Gladys González pronunció un discurso en el que contó cómo fue su camino personal para cambiar su forma de ver el tema: "He podido estar cerca de mujeres vulnerables, discriminadas, víctimas de violencia y embarazadas producto de una violación. Frente a ellas yo creía que con la prevención y la educación sexual iba a poder contenerlas a todas y poder dar respuesta a la realidad de los abortos clandestinos. Pero no visualizaba que la penalización siempre va a constituir un obstáculo para que esas mujeres se acerquen al sistema".
Pasadas las 22 llegó el turno del oficialista Federico Pinedo, quien defendió su postura contra la iniciativa. "El proyecto tiene media sanción de Diputados porque dos que dijeron que iban a votar de una manera votaron de otra", dijo, y consideró que el texto en discusión "es increíblemente exagerado". "Se pasa de convertir algo que es un delito en algo que es una obligación para el sistema de salud en la Argentina. Lo mismo pasa con los médicos: les dicen hacer un aborto es un delito y ahora es obligatorio porque si no lo meto preso. Un poco exagerado para la convivencia en paz y el consenso ", destacó.
Y añadió: "No se le puede negar la existencia al otro. En la convivencia en paz no se puede. No se puede decir que alguien que vive no tiene vida. No se le puede decir a alguien que tiene vida y es humano que no es humano. Hemos visto un montón de veces en este debate que la manera de argumentar que hay que legalizar el aborto es desconociendo el carácter de persona humana al niño por nacer. Estamos discutiendo a la mujer y al niño, si no existiera el niño no estaríamos discutiendo nada".
Después de las 23, el radical Ángel Rozas (en contra) recordó que presentó un proyecto que proponía realizar una consulta popular no vinculante. "Es un tema absolutamente transversal, atraviesa a todos los bloques partidarios y a toda la sociedad", sostuvo. Y agregó que con una consulta se hubieran obtenido "referencias genuinas y populares sobre un tema tan profundo e importante". "Hubiera sido muy buena escuchar la opinión de la gente, conocer la opinión del pueblo argentino", completó.
Hay anotados más de 60 oradores. Se cree que la votación será cerca de la medianoche.
Miércoles, 8 de agosto de 2018