DE LA MANO DE GALLARDO
River festeja con triunfos y está a un punto de clasificarse
Los festejos fueron perfectos cumpliendo el doble centenar de presentaciones con su sello; ganó el partido que tenía ganar y ya palpita su lugar en las rondas finales de la Libertadores
Fue una noche especial porque hace 1370 días empezaba esta historia victoriosa del Muñeco en el Millonario.
En una noche nerviosa y sufrida, los festejos por los 200 partidos de Marcelo Gallardo se fueron acomodando al final y con la mano directa del DT.
El Muñeco acertó en bancar al Pity Martínez y a Lucas Pratto, a pesar del mal partido que estaban jugando, y en elegir a Juan Fernando Quintero, cuando el juego del equipo no asomaba ni de casualidad.
Otra vez como en tantos otros partidos, el banco y el segundo tiempo le dieron valor a lo que significa la mano del entrenador para poder corregir sobre la marcha las cosas. Razón de sobra para que el festejo sea más valioso.
Además el partido ante Emelec era clave porque River necesitaba ganar y encaminar la clasificación.
El pase a las rondas definitorias que se había puesto turbio cuando en la anterior presentación de local, frente a Independiente Santa Fe, el Millo no pudo ganar.
Ese 0-0 lo obligó a vencer en Guayaquil la semana pasada. Claro que ese triunfo necesitaba rubricarse de local y el equipo del Muñeco lo consiguió con los mismos defectos, con las mismas virtudes y con la famosa palabra del “desbloqueo”.
Las guirnaldas y los cuadros de los festejos por el cumple 200 del DT decoraron este momento de River.
Los 8 juegos posteriores a la final con Boca fueron corrigiendo un arranque cargado de nerviosismo y dudas. Los 7 triunfos, apenas un empate, ninguna derrota, los 16 goles a favor, los sólo tres en su arco, y la efectividad de puntos obtenidos cercana al 93 por ciento, son los números del presente del Millo.
Con esas estadísticas, ya casi que metió dos de los tres objetivos del semestre: ganar la final de la Supercopa y -si empata la semana que viene en Bogotá- pasar a octavos de la Copa. La más difícil, aunque si mantiene esa racha no sería descabellado sería asegurarse una plaza en la Copa Libertadores del año que viene.
Lo que está a la vista es que el equipo del Muñeco, al igual que en todo el semestre, necesita desbloquearse para salir adelante. Le pasó a mitad del calendario con el triunfo ante Boca y le viene pasando en los partidos mismos.
No es casual el dato que de los 16 partidos jugados hasta ahora sólo se haya retirado ganando en el entretiempo en cinco juegos.
Le cuesta mucho abrir los partidos, como le costó tanto salir de la mala a mitad de este semestre y el cotejo ante Emelec no le escapó a esta movida.
Lo cierto es que esta etapa de Gallardo tiene su sello. La primera era del Muñeco tuvo el gesto de ser letal, de hacer muchos goles y de siempre dar el primer golpe. La otra que siguió tenía menos seguridad defensiva pero una capacidad de golpe terrible con Lucas Alario y Sebastián Driussi.
Mientras que este capítulo del libro del Muñeco que llegó a las 200 páginas se escribe a fuerzas de no bajar los brazos y saber qué hay un momento donde se va a desbloquear para poder parecerse a los otros equipos en el final del resultado triunfal.
Viernes, 27 de abril de 2018