INSEGURIDAD
Colectiveros despidieron al correntino asesinado en Buenos Aires
Sus compañeros pidieron mayores medidas de seguridad. Leandro Alcaraz murió de dos disparos cuando manejaba el colectivo 103 de la línea 620. El mensaje, a los gritos, con voz quebrantada, conmovió este martes a los compañeros, familiares y vecinos de Leandro en la puerta de la sala velatoria.
"Por favor, que los ministros nos den bola. Queremos que la gente que mata que vaya presa, que vaya a laburar al campo como nos enseñaron nuestros padres para ganarnos el pan dignamente. Por favor, basta, estamos hartos, estamos cansados", grita uno de los choferes durante el velorio de Leandro Alcaraz, el colectivero asesinado el domingo por la tarde por dos pasajeros que no quisieron pagar el boleto.
El mensaje, a los gritos, con voz quebrantada, conmovió este martes a los compañeros, familiares y vecinos de Leandro en la puerta de la sala velatoria.
Instantes antes de que el cortejo fúnebre partiera al cementerio de La Matanza con el cuerpo del colectivero asesinado, sus compañeros se reunieron para despedirlo y reclamar seguridad frente a los hechos de violencia que viven diariamente cuando hacen su recorrido.
"Por favor les pedimos. Nosotros mañana nos tenemos que levantar temprano a trabajar y ¿qué seguridad nos dan? ¿qué me venís con una cámara que me vas a poner en la unidad? ¿qué me venís con que me vas a brindar un vehículo?", exclamó el hombre y sus compañeros estallaron en aplausos. En general, los colectiveros insisten en que poner cámaras en los vehículos no es la solución.
"Estoy sin voz", dice otro de los choferes en diálogo con C5N con una evidente dificultad para hablar. "Estoy desde el primer momento que pasó esto. Yo lo conocía a Leandro, era un muy buen compañero", dijo, al tiempo que remarcó que el problema de los choferes no es solo la violencia que viven en el trato con algunos pasajeros, sino también la imposibilidad de huir del colectivo.
"No nos protege nadie. La unidad donde estamos es incómoda", explicó. "Tenés el motor adelante y tenés que estar pasando por arriba para poder salir de la unidad. No podés decir 'bueno, salgo corriendo' si tenés un caso como este. Si él lo hubiera visto hubiera salido rápido, pero tenés que correr el asiento y correrte de un costado al otro para poder salir para arriba. Quedamos totalmente atrapados".
"Yo soy jubilado. Trabajé 34 años en la Línea 218 y vi muchos casos de esto. En el año 96 mataron a un amigo mío en el barrio Independencia. Sigue sucediendo. Siempre es la misma historia y estamos en lo mismo", denunció otro ante las cámaras. "Los gremios dicen 'vamos a arreglarlo' y siempre es lo mismo", continuó.
Infobae
Miércoles, 18 de abril de 2018