Gloria total o secuelas imborrables
Por qué la Supercopa es más importante que la Copa Libertadores para River y para Boca
Es un trofeo relativamente nuevo. Tan nuevo como intrascendente en la mayoría de los casos -al menos para los equipos más grandes-. De hecho, Boca y River lo disputaron dos veces cada uno y lo perdieron siempre -el Millonario ante Huracán y Lanús, el Xeneize frente a Arsenal y San Lorenzo-.
El trofeo en sí casi que no interesa. El verdadero valor de este torneo lo da el clásico. Gloria total o secuelas imborrables.
La Supercopa argentina suma una estrella más, una copa más a las vitrinas de la institución, sí. Pero no vale lo mismo que las demás.
La Supercopa que se disputará en 2018, en cambio, es uno de los partidos más importantes de la historia de Boca Juniors y River Plate. Entonces es uno de los partidos más importantes del fútbol argentino. Este partido vale mucho más que cualquier otra cosa.
En una sociedad enferma, en la que se disfruta más la caída del otro que la victoria propia, esta Supercopa tiene valor doble: ganar y ver al otro derrotado.
Boca sostiene con orgullo que la única final que disputaron entre ellos quedó en sus manos. No quiere perder ese argumento en la discusión.
No es algo habitual: en más de cien años de historia, sólo una vez se vieron en una final oficial. Posiblemente sea un partido en una instancia que se vea por una sola vez en la vida.
También sucedió muy pocas veces que Boca o River le den la vuelta en la cara al rival. Y es lo que sucederá esta noche.
La victoria en Mendoza es la mismísima gloria. La derrota deja secuelas imposibles de borrar.
Se pone en juego lo vivido en la Copa Sudamericana 2014 y la Copa Libertadores 2015: Boca quiere revancha y River estirar esa racha. Que vaya a saber cuándo se dará un duelo similar.
El rival le da importancia a este torneo. Es mucho más importante que una Copa Libertadores. A menos que la final la jueguen Boca y River.
Miércoles, 14 de marzo de 2018