NEGOCIACIONES
Aerolíneas espera que mañana no haya demoras en los vuelos
La negociación salarial con los sindicatos pasó a cuarto intermedio hasta el martes; consideran que no habrá reprogramación ni cancelaciones de servicios.
En Aerolíneas Argentinas creen que mañana no habrá esperas y aeropuertos congestionados por pasajeros con mal humor uno de los días con más tickets vendidos en los últimos meses.
Según esperan en la empresa, el cuarto intermedio que dictó el Ministerio de Trabajo en la negociación salarial hasta el martes fue determinante para aventar posibles medidas de fuerza.
Sin acuerdo previo al fin de semana largo, los ejecutivos de la compañía y los representantes de los gremios acordaron el viernes volver a reunirse el martes. Fue una manera de hacer un paréntesis para un fin de semana clave para la línea aérea. Sucede que con el feriado de mañana y el Día de la Madre se disparó la venta de pasajes. De hecho el viernes hubo alrededor de 41.000 pasajeros que debían subir a un avión de Aerolíneas o Austral y entre mañana y las primeras horas del martes, se espera una cifra similar.
El viernes, la jornada empezó con una asamblea de los gremios que, en los hechos, produjo la cancelación o reprogramación de 115 vuelos. Entre sábado y domingo, con una menor demanda, la operación tendió a normalizarse. La duda estaba puesta en qué pasaría en las horas claves que van desde mañana a la tarde hasta el martes a mediodía.
La reunión en el ministerio que conduce Jorge Triaca no generó soluciones. Pero al menos, los ejecutivos de la empresa se fueron con un cuarto intermedio. Sin embargo, en una operación muy exigida como la del lunes, cualquier trabajo a reglamento o medida de fuerza podría producir un efecto dominó en la salida y llegada de vuelos.
Los gremios reclaman un aumento de entre 24 y 26 por ciento. La empresa ofrece un 16% más una cláusula gatillo que dispara otra suba en caso de que la inflación supere ese número. El contrapunto no sólo está en el porcentaje, sino en una de las secuelas que quedaron de la negociación del año pasado. Entonces, los gremios lograron una subal de alrededor de 42 por ciento. Ese convenio firmado con la entonces presidenta de la empresa Isela Costantini tenía una cláusula que ahora se volvió en contra. Gran parte del aumento era no remunerativa durante 11 meses, pasados los cuales empezaría a sufrir descuentos como sucede con el sueldo de la mayoría de los trabajadores formales.
Esos 11 meses se cumplieron hace un mes y la consecuencia es que el sueldo de bolsillo resultó menor que el del mes anterior en el que no se tributó por ese monto. Para compensar ese dinero que antes se pagaba sin descuento -casi como si fuese un pago en negro- los negociadores pusieron sobre la mesa un bono para que el bolsillo no sienta la merma del blanqueo de ese monto. Así, dicen en Aerolíneas, el aumento ronda el 20 por ciento.
Domingo, 15 de octubre de 2017