Superliga
Independiente perdió en Mendoza y completó una semana para el olvido
Godoy Cruz le ganó 1-0 con gol del Morro García de penal. El equipo de Holan sumó su tercera derrota en siete días. En una semana lo que era rojo se convirtió en negro. Tres derrotas al hilo (contra Lanús y Godoy Cruz por la Superliga
Frente Atlético Tucumán para quedar afuera de la Copa Argentina) dejaron a Independiente mareado, a ocho puntos de la cima del campeonato y con más dudas que certezas. En Mendoza, había hecho méritos para ponerse en ventaja pero falló en los metros finales y lo pagó carísimo con un penal dudoso que facturó Santiago García en el segundo tiempo.
El primer tiempo fue un monólogo de Independiente. Sin muchas emociones, con ritmo bajo, pero el equipo de Ariel Holan dispuso de las situaciones más claras para abrir el marcador. Chocó contra el arquero Leonardo Burián, que tapó dos remates que tenían destino de gol.
Primero fue Leandro Fernández el que inventó su propia jugada. Arrancó en el vértice derecho, enganchó hacia adentro y sacó un zurdazo con comba que se metía en el ángulo superior derecho.
Luego fue el Torito Rodríguez el que le pegó a colocar desde la puerta del área, pero el arquero voló hacia su poste izquierdo y otra vez llegó con la punta de sus dedos.
Independiente necesitaba dar una muestra de carácter en su arranque de temporada irregular tras eliminar a Atlético Tucumán de la Copa Sudamericana y luego quedar afuera de la Copa Argentina frente al mismo rival.
Pero el Rojo se desinfló en el segundo tiempo. Tal como le había pasado contra los tucumanos, cayó físicamente y empezó a ceder la pelota y el terreno.
Godoy Cruz creció y casi sin generar peligro se puso en ventaja tras un penal que cobró Loustau por un supuesto agarrón (nunca se vio si había llegado a agarrar a su marca) de Sánchez Miño cuando caía un córner en el área visitante. El Morro García definió con categoría y puso el 1-0.
Sin merecerlo, los mendocinos estaban arriba y otra vez la presión pasaba para el lado de enfrente.
Holan mandó a la cancha a Martín Benítez, que mejoró al equipo, y a Ezequiel Barco, que intentó más de lo que pudo concretar. Pero falló en la puntada final. Y se quedó con las manos vacías.
Sábado, 23 de septiembre de 2017