PERSONAJES
Araceli González redobló la apuesta contra Griselda Siciliani y contó una insólita anécdota con Pappo
Me parece fantástico. Cuando leés algo que escriben que es mentira lo podés en el acto desmentir. Después, lo otro fantástico es que podés bloquear al que no te gusta. ¿Eso no es genial? Te dicen algo horrible y tuc... ¡Es una satisfacción! ¡Te bloqueé, no vas a escribir nunca más! En la vida a una le cuesta tomar decisiones de bloqueo
Araceli González
-Llevás casi 30 años de carrera. ¿Te impacta el número?
-¡Sí! Me genera tranquilidad, porque fui siempre muy cuidadosa con mi carrera, muy respetuosa. Ya no me pesan los años sino toda la experiencia que yo fui adquiriendo, la cantidad de trabajos que hice y fui disfrutando. Algunos fueron éxitos y otros no, pero todo eso enseñó y hoy hace que esté parada en un lugar en el que me encanta estar parada.
-"Todo eso enseñó", decís. ¿Qué enseñó?
-Primero, a manejarme en este medio con mucho respeto. Es muy chico, muy cerrado, nos conocemos todos. También me enseñó a que esta profesión no sólo me dio calidad de vida, sino que crecí mucho. Cuando empecé, sinceramente nunca pensé que iba a ser actriz. Fue algo que me sorprendió después, a partir de una publicidad que salió. Empecé a trabajar en televisión. En ese momento me crucé a Jorge Guinzburg, que fue el primero que me hizo un reportaje en la vida.
-¿Te acordás de todo?
-Perfecto. Mi hija tenía 2 años. Yo venía trabajando en publicidad desde hacía mucho tiempo. Y una de las publicidades tomó como una repercusión muy importante, y a partir de ahí empecé a ser reconocida. Él me invitó a su programa a ese reportaje en el que él te preguntaba dónde fue tu primera vez. ¡Era terrible! Yo era joven, novata. Para mí era muy fuerte. Él tenía la gracia de hacer esas preguntas y que no te resulten horribles, no te molesten. Sólo Jorge Guinzburg podía hacer eso.
-Pasó mucho tiempo y hoy estás protagonizando "Los puentes de Madison" en la calle Corrientes junto a Facundo Arana.
-Sí, estoy en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza. La verdad es que estamos felices. Yo después de haber hecho televisión el año pasado tenía muchas ganas de hacer teatro. Con el Indio Romero, el director, empezamos a buscar la posibilidad de hacer una obra. Habíamos encontrado una francesa. Pero justo ahí nos llama (el productor) Javier Faroni, que tenía una obra muy hermosa, que me iba a cantar. Cuando me dijo que era Los puentes de Madison casi me muero. Así que empezamos la búsqueda de mi compañero. Ahí se lo ofrecieron a Facundo Arana. Quiero aclarar que la adaptación se hizo desde el libro, no desde la película.
-En el comienzo se había hablado de una pelea con Facundo, que él ya lo aclaró, pero está bueno que lo aclares vos también. ¿Había diferencias artísticas?
-Más que artísticas, yo creo que cuando dos personas se conocen tienen diferencias como personas. Todos no somos iguales. Me parece que lo que pasó de inicio fue hasta muy prudente. Eso hizo que hoy podamos hacer esto que estamos haciendo. El conocerse no es de la mejor manera. Hay veces que tenés roces. Y eso generó quizá un conocimiento más de ambos como personas. Hoy estamos trabajando y ya sabemos qué pensamos de uno cada uno. Ya no hay nada que aclarar. Es como un matrimonio. Es así. Y hay que tomarlo con mucha seriedad este trabajo. Yo tengo mucho respeto por el público, sobre todo.
-Cuando llegaste estabas contenta porque viste a tu hijo Tomás en el diario, ¿no?
-¡Sí! Me sorprendió y me enorgullece mucho. Va a estar en Fanny La Fan, en Telefe. Está haciendo un personaje que se llama Títi, un asistente de piso de un programa. Empezó con un bolo divino, y ahora cada vez graba más. Está contento porque ama lo que está haciendo. Estudió 4 años con Nora Moseinco. Se preparó para ser actor.
-Está bueno destacar eso. Siempre está la sensación de que los que son hijos de famosos tienen ciertas facilidades.
-No, no. Mi hija (Florencia) siempre lo sufrió. Tuvo que hacer su propio camino. Yo siempre les digo que si te puede abrir una puerta que te puede abrir ser "hijo de...", después hay que sostenerlo por tu trabajo y con tu valor. Él hizo un casting y quedó. ¡Le encanta hacer castings! Todo lo contrario a lo que mí me pasa. Yo odio hacer castings. Estuvo a punto de hacer la historia de los Puccio y quedó afuera. Después fue a otro para hacer de Robledo Puch, pero él era flaquito y Toto muy grandote. En ambos casos quedó entre los finalistas.
-Estás a full con las redes sociales. ¿Por qué?
-Mi hija me enseña. Creo que hay que adaptarse a los movimientos nuevos. Hoy la comunicación es así. Uno se tiene que adaptar a eso. Yo estoy a punto de lanzar una web, que va a tener una parte de contenido y otra de shop online. La verdad que es un vértigo y lo estoy disfrutando. Va a tener viajes, modas, reportajes, comidas. Mi casa es el escenario de la web. La idea es estar más cercana a la gente.
-Pero le encontraste la vuelta, más allá de mostrar fotos lindas. O en Twitter, por ejemplo, te quejaste de la inseguridad.
-Me parece fantástico. Cuando leés algo que escriben que es mentira lo podés en el acto desmentir. Después, lo otro fantástico es que podés bloquear al que no te gusta. ¿Eso no es genial? Te dicen algo horrible y tuc... ¡Es una satisfacción! ¡Te bloqueé, no vas a escribir nunca más! En la vida a una le cuesta tomar decisiones de bloqueo. Acá, desde tu intimidad podés bloquear.
-Ayer habló Adrián Suar en "Intrusos". No sé si lo escuchaste.
-No.
-Básicamente, lo que dijo es que Griselda Siciliani había salido simplemente a defenderlo a él y nada más.
-Me parece muy bien que su ex pareja lo salga a defender, como yo salgo a defender a mi marido cuando es algo injusto. En eso estamos totalmente de acuerdo. Ahora, en lo que estoy en desacuerdo es que ante una pregunta, si vos tenés cintura en este medio, podés responder de una manera mucho más educada. Hay cosas que se pueden evitar. Además, no es que solamente le hicieron una pregunta y ella defendió a su ex marido. Le hicieron una pregunta y ella hizo un retruco de que pregunten en otras productoras si él trabaja también o no. La verdad es que me molestó. Yo salí dos veces a hablar en la vida fuerte.
-¿Cuándo?
-Una vez con mi hija, cuando dijeron que estaba gorda para un desfile. Su talle era 26 y tenía que tener 24. ¡Oh my god! La otra fue esta oportunidad. La verdad es que Fabián (Mazzei) es una persona que adoramos, de unos valores increíbles. Las opiniones de la gente, de lo que hace o no sale de su trabajo, no sé, no estoy de acuerdo. Como te dije antes, una tiene que tener cintura para salir elegantemente de preguntas con las que con tu respuesta podés dañar. Tengo que pensar que te encantó hacerlo, sino no lo hubieses respondido. Yo no hubiese respondido así, nunca en mi vida
-Vos sos más conciliadora, esquivás la polémica.
-No me gusta... Yo trato de responder... ¿Sabés qué? A mí me preocupa el que está enfrente. Yo respondo con piedad hacia el otro. Para mí fue desafortunada su respuesta. Y no fue graciosa. Si bien ella creyó que fue graciosa, no lo fue. Pero en realidad yo no discuto que lo contraten o no a mi marido en El Trece o en Pol-Ka, la discusión era la respuesta que se dio.
-En realidad, que no lo contrataban a Fabián en Pol-Ka era un rumor, no lo dijiste vos. ¿O no?
-Si ella (por Griselda) no hubiese respondido así, yo no salgo a hablar nunca. Yo siempre me dediqué a trabajar y a publicitar el trabajo que hago y a hablar amorosamente de la gente que amo. Yo nunca salgo a promocionar algo mío criticando a alguien. Y si me hacen una pregunta incómoda, por suerte aprendí como responder. A veces mentir queda bien, no dañás a la gente.
-Vamos con la pregunta de los lectores. Claudio, de Salta, pregunta cómo fue hacer Mujeres Asesinas.
-¡Fuerte! Yo creo que a todas las actrices nos costaba hacer ese programa. Estábamos contando una historia real. Eran mujeres. Y decía: "¿Cómo cruzó esa línea tan delgada? ¿Nos puede pasar?". Muchas habían cumplido su condena y estaban libres. Entonces el terror era que aparezcan. Yo creo que fue una de las series más fuertes pero de un nivel artístico muy grande. Cuando hice la tercera mujer asesina me internaron, porque después de hacerlo me descompuse. Me dio como pánico.
-Damián, de La Rioja, pregunta qué recuerdo tenés de Pappo.
-Lo amo. Pappo me propuso matrimonio. Estaba recién separada. Lo conocí en Carola Casini. Yo soy fierrera y él lo era también. Hicimos una amistad hermosa. Grabábamos muy cerca de su casa. Él vivía con su mamá y su hermana. ¡Y nos llevaba a tomar la leche!
-¿En moto?
-No, en su auto. Nos llevaba ahí y su madre era muy culta. Si no me equivoco era maestra.
-¿Tomabas leche con vainillas en lo de Pappo?
-¡Sí! ¡Lo amo! Bueno, me llama una vez y me dice: "Me quiero casar con vos, Gallega! ¡Toto tiene que tener un padre! Yo pensaba que me tomaba el pelo, pero él me hizo un tema. No recuerdo el tema ahora, pero era linda.
-¡Te quiso conquistar en serio!
-Sí, de verdad... Después cuando murió la pasé muy mal. Pero murió donde tenía que ser. Él amaba los fierros, la ruta.
-Rodrigo dice si alguna vez en tu vida laboral tuviste alguna ventaja por ser esposa de Adrián Suar.
-No, al contrario. Todo fue desventaja. La verdad es que la primera etapa de mi trabajo fue la de conquista. Ya cuando Pol-Ka empezó a tener un nivel alto sentía que mi conquista no era mi conquista. Y a mí me gusta conquistar. Así que no, desventajas. No porque sea malo trabajar en Pol-Ka, al contrario. Siempre te juzgan. Se olvidan todo el camino que hiciste.
Miércoles, 17 de mayo de 2017
.jpeg)
