PURA CREATIVIDAD
Socorro: ¡necesito una idea!
Muchas veces nos encontramos ante un problema que exige de nosotras…. ¡Una idea! Algo nuevo, novedoso, innovador que resuelva la situación. Dejá de preocuparte y ocupate de tu potencial creativo para hacer que fluya a través de su activación. En esta nota descubrí el modo en el que podés mejorar tu capacidad para innovar con originalidad.
Ahí estamos nosotras, con el tiempo de entrega frente a nuestras narices. Recorremos una y otra vez aquello que ya tendríamos que haber resulto hace -por lo menos- ¡dos días! Y nada ha pasado aún. Necesitamos una idea, necesitamos que la inspiración nos invada y nos motive lo suficiente como para poder deslumbrar con nuestra propuesta original. El tiempo pasa y justo eso es lo que no sucede. Poné en práctica estos tips y optimizá los resultados.
Observar
Un gran consejo ante este tipo de situaciones es “ocupate en vez de preocuparte”. Ocuparse implica ponerse en acción. En principio, cuando pasamos por un estadio de “bloqueo” que, en realidad no es más que un estadio de nuestro proceso creativo, deberíamos poder optar por el rol de observadoras de este proceso. Poder extrañarnos del estado en el que nos encontramos y registrar las cosas que hacemos y que pensamos. Apuntar estas cosas nos permite llevar un registro de nuestro ciclo creativo. Así podemos saber, o al menos comenzar a detectar, los disparadores de nuestras tan ansiadas ideas.
Ampliar
Cuando estamos en este estadio del ciclo en el que nada parece conectarse con nada, nos sentimos paralizadas. Entonces, este es el momento de activar nuestra creatividad. Pero, cuando decimos activar la creatividad, nos referimos a nuestra capacidad de “crear” en el sentido más amplio de la palabra. Es algo así como poder visualizar el bosque completo en donde se encuentra el árbol que representa a nuestra idea que aún no podemos sacar a la luz. Ampliar, nos sugiere agrandar los límites de nuestra perspectiva para luego volver a hacer foco. Entonces, debemos desandar los pasos que hacemos una y otra vez sin llegar al objetivo deseado: una idea nueva.
Fluir
Ahora que pudimos observarnos y tomar registro de nuestro hacer para lograr ideas llegó el momento de dejar fluir. Pero, al contrario de lo que se entiende comúnmente por este concepto cuando se lo sugiere, nada tiene que ver con dejar las cosas libradas al paso tiempo con la ilusión de que algo se te va ocurrir de un momento a otro. Implica activar nuestra creatividad, por lo tanto, nos invita a la ejercitación. ¿Cómo? Muy sencillo. Como estamos en el punto que dice “si seguís haciendo lo mismo seguís obteniendo los mismos resultados” es el momento de cambiar esos pasos que repetimos una y otra vez, que antes nos dieron resultados pero ahora ya no.
Dos etapas, una idea
Esta propuesta tiene dos etapas para alcanzar nuestro tan deseado objetivo. La primera etapa propone, simplemente, que cambies algo pequeño de esa seguidilla de pasos que hacés a diario y casi sin pensar. Por ejemplo, cambiar los ingredientes del desayuno, el camino a tu trabajo, ponerte algo que hace mucho que no usas o ir a probarte ropa que jamás te pondrías. En definitiva, variar algo de la estandarización de tu rutina. Algo pequeño que hará comenzar a fluir tu creatividad.
La segunda parte, sugiere que analices tu capacidad creativa. Para esto, tenés que detectar el tipo de inteligencia que predomina en vos. A grandes rasgos podemos mencionar dos tipos de inteligencia: la inteligencia receptiva y la analítica. El objetivo es compensar tu capacidad para que tu creatividad fluya como querés. Por ejemplo, si tu trabajo se centra en la investigación, y te la pasás escribiendo, haciendo trabajo de campo y demás, es el momento de tomar clases de crochet. En cambio, si tu especialidad es la decoración de tortas es tiempo inscribirte en un curso de idiomas. Para ambos ejemplos, vale aclarar que toda compensación se consolida con actividad física y la buena alimentación. La activación de tu fuerza creativa implica que puedas aunar tu cuerpo, tu mente y tu espíritu.
Lic. Gaby Gómez del Río. Profesora universitaria en área de Diseño y Comunicación. Especialista en creatividad, motivación y desarrollo personal.
Miércoles, 2 de mayo de 2012