POR DANIEL CARAM
La juventud que pocos ven
Las situaciones límites como las que vivimos en los últimos días en Corrientes, por la creciente, despiertan innumerables determinaciones de toda índole, y hasta suelen aparecer oportunistas de turno que esperan el dolor ajeno para mostrarse.
Pero también, y sea esto bienvenido, éstas cosas nos permiten conocer de cerca el trabajo de muchos que no suelen ser tapa de diario, ni tema de título. Hay muchos que cumplen este requisito envidiable de bajo perfil y labor encomiable.
El aporte de los jóvenes en los trabajos voluntarios que se lleva adelante en los barrios para atender a las familias inundadas es hasta conmovedor. Y no importa desde qué organización o sector lo hacen… lo importante es que lo hacen. Cuando muchos suelen (o solemos) criticar a nuestros jóvenes por su escaso interés por involucrarse, hay otros (gracias a Dios, bastantes) que ponen el lomo por la simple razón de dar una mano.
Insistimos: no importa en calidad de qué. Pueden muchos ser militantes políticos; y vaya que lo hagan desde ahí, salvaguardando y defendiendo el objetivo único de la actividad, en contraposición con aquellos que desde la política solo buscan figurar.
O desde iglesias, u organizaciones. Lo trascendental y contundente es eso: la juventud que sirve una taza de leche caliente, que levanta una heladera para que no le llegue el agua, que pone un plástico para que una familia no tenga frío, que conversa y escucha a los desquiciados evacuados.
Hay de esos, y afortunadamente muchos. Solo basta acercarse a alguno de los centros dispuestos en capital para recibir a afectados.
Y nuestros jóvenes están.
Son quienes dignifican a una juventud que no espera el reconocimiento ni la premiación.
Hacen, y eso vale
Sábado, 14 de junio de 2014