Naturalización de las ausencias y la indolencia del Estado
Se pierden 300 chicos por año y no hay un protocolo de búsqueda en Corrientes
Casi diariamente un niño o un adolescente desaparece de su hogar en Corrientes. La pobreza, la violencia, las adicciones y la falta de contención confluyen en un menor desprotegido que se fuga, exponiéndose a los peligros de la calle o a la explotación de terceros.
Reclaman un trabajo articulado entre el Ejecutivo, las fuerzas de seguridad y la Justicia para dar con el paradero de los menores perdidos.
En la provincia de registran 300 denuncias policiales por año por la ausencia de un chico o una chica de su vivienda, sin embargo no existe un protocolo de búsqueda.
Las actuaciones oficiales terminan con la exposición de la fotografía de la persona perdida en los medios de comunicación, pegados en alguna pared de una comisaría o en la Terminal de Ómnibus, mientras se vulneran los derechos de los niños y se agiganta la deuda social de la infancia correntina. Las fugas de menores se toma con mucha liviandad entonces nadie los busca.
Al dejarlos librados a su suerte en la vía pública y sometidos al peligro de la explotación, ingresan a la línea de extrema vulnerabilidad, porque ya eran vulnerables.
Por eso, reclamamos al Estado que los atienda y que se ocupe de revertir la problemática de los hogares expulsivos, comentó a NORTE de Corrientes el asesor legal de la organización Red Infancia Robada, Hermindo González. El abogado aseguró que el Estado no reconoce esa escandalosa cantidad de denuncias, que no existe un registro unificado de fugas y que nadie los busca. Por ello, la Red aboga por la articulación entre las fuerzas de seguridad, los juzgados y los organismos para dar con los niños y adolescentes extraviados, ya que está probado que el desenlace puede ser positivo si trabajan en conjunto. Esto quedó evidenciado en el feliz desenlace del rapto de una pequeña niña (nieta de un empresario) de un jardín de infantes céntrico y posterior hallazgo en el barrio San Gerónimo, el miércoles pasado.
A los pocos minutos de la desaparición de la niñita estuvieron abocados al caso el gobernador Ricardo Colombi, toda la cúpula del Ministerio de Seguridad, las justicias Provincial y Federal y todas las fuerzas de seguridad.
Cuando cualquier familia denuncie la desaparición de alguno de sus hijos se deben desplegar operativos tan magníficos y urgentes como ése, dijo al respecto González, y agregó: En la calle están tan en peligro como quien se encuentra retenido, porque se convierten en carne de cañón para delitos de explotación sexual o laboral, como la mendicidad, donde detrás de cada chico hay un mayor que los controla.
Estimó que el Estado, a través de sus diversos estamentos, debe atacar el motivo que provocó la fuga y tratar todos los casos con la misma premura y disposición.
(Norte)
Domingo, 8 de junio de 2014