DUEÑO DEL AVIÓN
"Estoy en shock, me siento muy responsable de esta situación"
El empresario Federico Bonomi dijo no poder explicar qué pudo haber ocasionado la caída del nave. Sostuvo que es uno de los modelos más seguros del mercado y aseguró que el piloto era de su mayor confianza.
Federico Bonomi, dueño de la popular marca de indumentaria Kosiuko, se encontraba en los Estados Unidos cuando se accidentó su Beech Super King Air B200 en aguas del Río de la Plata, dejando cinco muertos y cuatro heridos, dos de ellos allegados a él.
"Es inexplicable lo que ha pasado, no me entra en la cabeza", dijo Bonomi en diálogo con TN. Explicó que se trata de un avión "muy bien mantenido, con pocas horas de vuelo" y que tiene una de las menores tasas de accidentes del mercado. Precisó que adquirió la nave en 2012 en los EEUU y que suele utilizarla para viajar con su familia a Carmelo, donde posee un campo.
"Es muy raro, que haya caído al agua me habla de algún problema que sufrió la máquina o el combustible", insistió el empresario, quien confió en que las pericias ayudarán a entender lo sucedido.
Por otro lado, y tal como había reaccionado a poco de que se conociera el siniestro, defendió la experiencia del piloto, Leonardo Larriera. Dijo que él y su familia volaban con él desde hacía 12 años y que se capacitaba de forma permanente. "Fue un gran piloto, increíble, fue un gran piloto, me siento muy responsable de esta situación", añadió.
Aunque admitió no saber con exactitud qué motivó el viaje que terminó en la tragedia, Bonomi estimó que es probable que Sebastián Vivona, gerente comercial de Kosiuko y uno de los sobrevivientes, estuviera con personal de una agencia de viajes "viendo la posibilidad de hacer algo con el hotel". Se refería así a Casa Chic, el emprendimiento que tiene la marca en Carmelo.
Martes, 27 de mayo de 2014