COMETIDO EN 2007
Dos condenados por el triple crimen de policías en la Planta Transmisora del Ministerio de Seguridad
Se trata del ex policía Marcos Casetti y Mariano Filippi Medina, hijo de un ex agente penitenciario. Fueron encontrados culpables de los asesinatos de tres oficiales de la Bonaerense cometidos en octubre de 2007, mientras custodiaban el predio de la cartera de Seguridad provincial en La Plata.
Las víctimas fueron el sargento Pedro Germán Díaz (45), y los oficiales Ricardo Torres Barbosa (26) y Alejandro Rubén Vatalaro (27).
Los dos hombres fueron condenados hace instantes por el Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata -integrado por los jueces Claudio Bernard, Silvia Hoerr y Liliana Torrisiel- quienes el próximo viernes darán a conocer la sentencia con el monto de la pena a cumplir.
En el veredicto, los magistrados encontraron culpables a ambos imputados por los delitos de "homicidio agravado y robo calificado" como “coautores igualmente responsables”.
Consideraron que “en las primeras horas del 19 de octubre de 2007, tres sujetos del sexo masculino, uno de ellos funcionario policial que prestaba servicios en el lugar, irrumpieron en la sede de la planta transmisora de la calle 7 y 630 de Arana, partido de La Plata”.
Agregaron que “portando dos armas blancas y una arma calibre 9 milímetros ocasionaron múltiples heridas vitales mediante la utilización de todas ellas contra los agentes en cumplimiento de servicio de guardia Díaz, Torres Barbosa y Vatalaro, quienes se encontraban descansando como habitualmente lo hacían”.
De acuerdo a los jueces, de esa forma Casetti y Filippi “tuvieron la clara finalidad de consumar el apoderamiento ilegítimo que formaba parte de un plan común previo”.
“Como consecuencia del sorpresivo y artero ataque, se produjo el deceso de los nombrados, tras lo cual los agresores se apoderaron ilegítimamente de al menos dos ametralladoras, dos cargadores de pistola calibre 9 milímetros, una escopeta Ithaca calibre 12/70, tres chalecos antibalas, dos pistolas calibre 9 milímetros, el teléfono celular de una de las víctimas y la camioneta Chevrolet asignada a la dependencia en la que se dieron a la fuga”, afirmaron.
Tras el veredicto, Graciela Coronel, la madre de Vatalaro se mostró “satisfecha” con las condenas, pero cuestionó que haya “otras once personas libres”.
En tanto, Cristian, el hermano de Vatalaro afirmó que los familiares están "conformes y contentos porque estas dos personas participaron de los crímenes", aunque aclaró que creen que "hay muchas más personas implicadas”.
“Hay cosas que no nos quedan claras, hubieron tres hipótesis: tema drogas, crimen pasional y atentado a la autoridad. Siempre nos quedará en la nebulosa el por qué”, dijo.
Luego, Cielo Barbosa la madre de Torres Barbosa, denunció a los gritos que a su hijo "lo mataron dos funcionarios policiales porque Casetti lo acuchilló de atrás y Pedro Díaz le dio el tiro de gracia”.
Familiares aclararon que la mujer hizo referencia a que el disparo quer mató a su hijo lo efectuó su compañero de trabajo en un intento de defenderse de la agresión de la que eran víctimas.
El hecho ocurrió la madrugada del 19 de octubre de 2007 en la planta transmisora ubicada en la calle 7 y 630 de Arana, de donde desapareció gran cantidad de armas.
En la primera línea de investigación que giró en torno a lo pasional, se detuvo a dos hombres que luego fueron liberados.
Luego, cuando se investigó a una banda mixta de ladrones y policías se apresó a otros cinco hombres (Juan Pablo "Papupa" Córdoba, Miguel Tobar, Pablo Alejandro Cepeda, Héctor Fabián Rivero y Edgardo Manuel Zúcaro), quienes también meses después fueron desvinculados de la causa.
La causa por el triple crimen sufrió un vuelco importante cuando la investigación pasó a la órbita de la Fiscalía de Delitos Complejos, a cargo de Esteban Lombardo, Jorge Paolini y Victoria Huergo.
Los fiscales dieron crédito a un video grabado por el ex policía Casetti mientras estaba detenido en la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata, en el que involucró en los crímenes a Filippi Medina y a Fernando Darío Maciel, hasta hoy prófugo.
Según ese video, el objetivo de ingresar a la planta transmisora era el de robar equipos de comunicaciones para armar una banda de secuestradores y producir un hecho de impacto político a pocos días de las elecciones de aquel año.
Así, en noviembre de 2011 pidieron la elevación a juicio en base a una serie de pruebas recolectadas en la causa como huellas dejadas en un llavero, testigos de identidad reservada que lo vieron salir de la planta transmisora y la desaparición de su pistola 9 milímetros, con la que se habrían cometido los crímenes.
Miércoles, 7 de mayo de 2014