POR DANIEL CARAM : virasoro sin luz
Atender lo que viene
La semana que pasó quedará en el recuerdo (de los malos) de todos quienes viven en Virasoro y pueblos cercanos. La inoperancia de muchos, junto a la falta de coherencia e irresponsabilidad de otros, les hizo pasar un calvario. Y aún hoy, las respuestas son a medias. En medio de éste infierno, con la licencia tomada para agarrarse la bronca más grande de los últimos tiempos, la gente empieza a preguntarse por el después.
La colocación (tardía) de equipos alternativos les dio un respiro. Pero ahora viene lo peor: las consecuencias que tendrá éste imponderable (¿imponderable?) a corto y mediano plazo, en un sector productivo que está llamado a ser de lo más importante en el mapa económico de la Provincia.
La indignación colectiva no cesa: los comerciantes del lugar, debieron resignarse ante la imposibilidad de vender sus mercaderías. Los carniceros de la zona fueron los más afectados, y hasta debieron tirar cortes por descomponerse.
En ese contexto, la incertidumbre de las empresas yerbateras continúa, porque saben que la solución no es definitiva. Es que hasta que conecten el transformador enviado desde Entre Ríos el panorama seguirá siendo alarmante, sobre todo para las pequeñas firmas.
La cadena de irresponsabilidades parece no tener fin, ya que a lo que se puede tolerar como imprevisto, se suman luego acusaciones y cruces que ponen al vecino común en un espacio de olvidado absoluto.
Los equipos que vinieron desde Entre Ríos tardaron en llegar porque… se discutía quien debía pagar el combustible. Un despropósito, a esta altura.
Surge entonces el interrogante del título: el después.
Solucionado el tema, se deberá atender con extrema urgencia a los castigados pobladores de Virasoro, Liebig, Guavirabí, Garabí y Garruchos, entre otros lugares afectados.
Uno se imagina que más allá de las respuestas (pocas) dadas durante las últimas horas, el Gobierno Provincial ya tiene en marcha un esquema de ayuda económica urgente a los sectores afectados.
Lo contrario sería nefasto, intolerable.
Uno quiere conocer, al iniciarse la semana, cuáles serán las estrategias para ayudar a ésta gente. No hay espacio ni tiempo para pensar que nada pasó. Hay que dar respuestas, y lo antes posible.
Mientras, las soluciones son parciales.
Domingo, 13 de abril de 2014