TORNEO FINAL
Boca superó su semana más difícil con un triunfo ante un Racing en crisis
El equipo de Bianchi derrotó al de Merlo por 2 a 1 en Avellaneda. Sánchez Miño, en el primer tiempo, puso en ventaja al "xeneize". En el complemento, Saja lo empató de penal, pero Erbes selló la victoria de la visita.
El conjunto dirigido por Carlos Bianchi, que sumó su segundo éxito consecutivo, se impuso con los tantos convertidos por Juan Sánchez Miño (Pt. 24m.) y Cristian Erbes (St. 31m.).
Con este resultado, el elenco "xeneize", convulsionado en la semana que pasó por la interna que atraviesa el plantel, llegó a las 10 unidades y parece querer prenderse en la lucha por el campeonato, que tiene a Colón como inesperado líder, con 14.
Racing, que reúne 4 unidades y está solo en el fondo de la tabla, había establecido la igualdad provisoria, por intermedio de un penal convertido por el arquero Sebastián Saja (St. 22m.).
El primer tiempo se lo llevó parcialmente el equipo visitante porque mostró eficacia en la, prácticamente, única jugada más o menos coherente que hilvanó.
A los 24m., el pibe Emanuel Insúa desbordó por izquierda, aprovechando la flojedad en la marca de Ismael Quilez, y envió la pelota hacia el medio por donde ingresaba Sánchez Miño, que remato de derecha y colocó la pelota lejos del alcance del guardavallas Sebastián Saja.
Cuando poco había diseñado, el elenco xeneize se situó en ventaja y empezó a defender esa diferencia. Después del gol tanto Fernando Gago como Román Riquelme tomaron mayor contacto con la pelota, a pesar de ciertas intermitencias, y garantizaron que los dirigidos por Bianchi no pasaran demasiadas urgencias.
Por el contrario, Racing mostró nervios y su gente, en las tribunas, empezó a reclamarle por la derrota provisoria y la incómoda posición en la tabla. Una postal habitual en el fútbol argentino de hoy en día.
En el segundo período, el ingreso del experimentado Mauro Camoranesi (por un lesionado Francisco Cerro) le dio mayor dinámica a un conjunto local que empezó a manejar mejor el balón, aprovechando el retraso de las dos líneas defensivas visitantes.
La entrada de Luciano Vietto (por un insípido Valentín Viola) también contribuyó a que la `Academia` luciera una mejor impresión, sin desplegar un lucido funcionamiento colectivo.
A los 12m., un cabezazo de Matías Cahais fue rechazado por Orión y del rebote, Vietto reventó el travesaño, con otro frentazo. A esa altura, Boca apenas tenía la pelota cuando Gago asumía el control de las acciones.
Pero Racing tradujo ese mejor accionar en el empate, a los 22 minutos, cuando Daniel Díaz (el único zaguero xeneize que pareció mantener la compostura) empujó a Cahais, tras un tiro de esquina. El árbitro Trucco vio el penal y Saja facturó con un remate bajo, junto al poste izquierdo.
Parecía entonces que el partido quedaba a disposición de la `Academia`, más por empuje y fuerza que por una sólida prestación colectiva. Ayudado, además, por el quedo y el conformismo "xeneize".
Sin embargo, el ingreso del pibe Luciano Acosta por un apático Riquelme (en el segundo tiempo fue un espectador de lujo) le dio algo más de frescura.
Y el juvenil, surgido de la cantera de Comunicaciones, enhebró la maniobra que desembocó en la victoria: habilitó a Gigliotti que remató cruzado, el arquero Saja dio un rebote corto y Erbes, que venía por el centro del área, conectó al gol sin mayores dificultades.
Después del gol y la ventaja, Boca se dedicó a cuidar el balón, maniató cualquier atisbo de reacción del rival y se abrazó a un triunfo que se basó en la practicidad y en la contundencia. Porque el fútbol y un buen funcionamiento sigue siendo materia pendiente.
Por el lado de Racing quedará la impresión óptica de que no mereció perder, aunque también se instala la sensación de la fragilidad de espíritu y lo difícil que le resulta dar vuelta un resultado adverso.
Lunes, 10 de marzo de 2014