CORRIENTES : EN LA LEGISLATURA
Colombi abrió un nuevo período ordinario de sesiones
El mandatario provincial al dirigirse a la Asamblea Legislativa, en su tercer mandato como Gobernador de la Provincia en la inauguración de un nuevo periodo parlamentario, brindo un extenso discurso. A continuación, algunos tramos del mismo, enviados por la oficina de Información Pública:.-Hace menos de dos meses he re-asumido el cargo de Gobernador Constitucional de la Provincia, función con la que he sido honrado, y en aquel acto me permití compartir la emoción que siento al saber que el pueblo ha confiado en la propuesta que le hemos hecho.
"Vivo esa emoción con intensidad, y con la responsabilidad que encierra dicha circunstancia, porque tengo conciencia de la dimensión de las tareas que Corrientes debe afrontar.
A lo largo de los años que me ha tocado ejercer la Primera Magistratura, he procurado defender los intereses provinciales con decisión. He intentado impulsar cambios necesarios en la gestión pública, he mantenido siempre un alto nivel de dialogo con los actores sociales; siempre he actuado con un rumbo claro.
La marcha ha sido más rápida o más lenta según los tramos, pero nunca perdimos el norte: transformar la Provincia y al mismo tiempo defender su estabilidad institucional y económica. Siento que hoy somos una sociedad más madura.
Esa vocación es la que suscriben la mayoría de los correntinos, y es en el contacto con ellos donde construimos un modo de actuación que se nutre de ideas pero también de sensibilidad.
En nuestra manera de ver las cosas, una propuesta política es un acuerdo con el futuro. Un acuerdo en el que se juega nuestra visión y el modo en que nos vinculamos con la gente.
Gobernar en cercanía a la población y sin visiones excluyentes
En otro tramo de discurso ante los legisladores correntinos, el mandatario provincial, valorizó enfáticamente la impronta de su gestión, caracterizada por el trabajo conjunto con cada sector de la comunidad y en cada rincón de la Provincia. Asimismo también brindó un singular valor a la política de construcción de acuerdos más allá de las identidades políticas sin exclusiones de ninguna naturaleza.
Siempre he tratado de mantener proximidad con la población, siento que es esencial en una democracia; nada me ha aportado más soluciones que mantenerme cerca de las personas y los temas que debo atender.
Ningún análisis debe hacernos perder la perspectiva, de la política como compromiso y de la política como servicio.
Cuando todo se vuelve confuso, es mejor caminar entre los ciudadanos y escucharlos, mirarlos, acercarse un paso, apostar a la confianza, y también aceptando los señalamientos legítimos para corrección de los errores que deban ser enmendados.
La cercanía nos inspira y también nos pone un alerta sobre el burocratismo y la pérdida de sentido de la acción pública. Por eso he visitado en reiteradas oportunidades, todas y cada una de las ciudades de nuestra Provincia.
El pueblo de la República siente un cierto hartazgo por la intensidad desgarradora de los ciclos políticos y por la virulencia del debate público.
Nosotros creemos que es posible hablar de política sin frases descalificadoras; es posible reconocer el legado de un gobierno aún señalando diferencias, y sobre todo que es posible el aprendizaje y la superación.
Lo que esta ocurriendo en Argentina es desafiante; la enorme mayoría de los argentinos queremos que al país le vaya bien, sin embargo observamos con pesar que cualquier diferencia es motivo de señalamientos. No es bueno que como sociedad alimentemos visiones excluyentes.
Queremos una Argentina que dialogue, una Argentina sin tratos discriminatorios a las Provincias, una Argentina previsible, una Argentina que empuje la producción, una Argentina que enfrente y no oculte sus problemas, una Argentina de colaboración entre los distintos niveles del Estado.
Por historia y por convicción, siempre estaremos del lado de la sensatez y del trabajo.
Sabemos que la tarea de gobernar esta plagada de complicaciones y no nos gusta opinar ligeramente. A lo largo de este ciclo posterior a la gran crisis del 2001/2 el país ha avanzado en muchos aspectos y eso debe ser cuidado. Hay que evitar que los ciclos de la economía y de la política se transformen en golpes a la calidad de vida.
Muchas veces puede creerse que una coyuntura favorable transforma al ejercicio de gobierno en una actividad rutinaria o que una coyuntura desfavorable no da espacios para una adecuada gestión. Ni los buenos momentos nos eximen de esfuerzos, ni los momentos difíciles nos van a detener.
Sábado, 1 de marzo de 2014