ROMA
El Papa y su primer reforma: creó la Secretaría de Economía del Vaticano
En el primer cambio formal dentro de la cuestionada curia romana, Francisco decidió la creación de la secretaría, que tendrá bajo su ámbito todas las actividades económicas y estructuras administrativas de la Santa Sede, en un intento por controlar y mejorar la transparencia de las finanzas.
"La reforma tiene el objetivo preciso de mejorar la utilización de los recursos, mejorando así la ayuda disponible para los varios programas, entre ellos el del trabajo con los pobres y los marginados", se explicó en un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Los cambios fueron introducidos a través de un "motu proprio" de Francisco -una especie de decreto emanado directamente por propia iniciativa del Papa- que lleva el sugestivo título "Fidelis dispensator et prudens" ("Administrador fiel y prudente"), inspirado en la cita bíblica del evangelista Lucas.
Los cambios fueron anunciados en una rueda de prensa por el vocero vaticano, Federico Lombardi, y el documento papal fue publicado en la tarde de Roma por el diario oficial L`Osservatore Romano.
"Los cambios permitirán una participación más explícita de expertos de alto nivel con experiencia en gestión financiera, planificación y presentación de informes", según se precisó.
Con esta medida, el papa argentino Jorge Bergolio da el puntapié inicial a la reforma de la desprestigiada curia romana,
tras escuchar las recomendaciones del llamado G-8, el grupo de ocho cardenales que lo asesora, así como de la comisión para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede.
Esta última comisión -integrada por 15 cardenales que estuvieron reunidos con el Papa el miércoles pasado- cesa hoy mismo en sus funciones para darle paso al nuevo consejo.
Francisco impulsa esta primer gran modificación en la Santa Sede fiel al estilo de gobierno de los jesuitas -recoger información, escuchar a todos y finalmente tomar decisiones- que viene caracterizando su pontificado, que el próximo 13 de marzo cumplirá un año.
La nueva Secretaría de Economía quedará a cargo del arzobispo de Sídney (Australia), el cardenal George Pell, que integra el G-8.
Además, Francisco decidió la creación de un consejo integrado por 15 notables -que estará compuesto por 8 prelados y 7 laicos expertos en tema económicos de varias nacionalidades- que estará por encima de la nueva secretaría y que dependerá directamente del papa.
Este consejo de notables se reunirá periódicamente para preparar o analizar informes sobre las actividades económicas de la Santa Sede y determinar las políticas y directivas, y sus decisiones serán instrumentados por la secretaría.
Entre las funciones del nuevo organismo, se encuentra la creación de un presupuesto anual para la Santa Sede y la ciudad del Vaticano, así como la "planificación financiera y actividades de recursos humanos y otros suministros", y la presentación de un balance detallado.
En el marco de la reestructuración, se confirmó que seguirán existiendo la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, así como la Autoridad de Información Financiera (AIF), el organismo supervisor financiero del Estado de la Ciudad del Vaticano y que también regula el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano.
El "motu proprio" deja en claro que el objetivo principal que busca la reforma financiera de los organismos vaticanos es la de "proteger y gestionar con atención sus bienes, a la luz de su misión de evangelización y con una atención especial a los más necesitados".
Por último, el decreto papal también crea la figura de un auditor general, que tendrá la tarea de realizar la revisión contable de cualquier de las instituciones que forman el Vaticano.
Lunes, 24 de febrero de 2014