ES UN JOVEN CORRENTINO
Escala el Aconcagua por pacientes oncológicos
Ismael Alejandro Molina, un correntino de 27 años, está subiendo la montaña de 6.969 metros de altura con una bandera que tiene pintadas manos de niños del Pediátrico. En diciembre, chicos que están haciendo tratamiento en el Hospital Juan Pablo II colorearon sus manos y luego pusieron en una tela; hoy, un símbolo de lucha.
Ismael Alejandro Molina es un joven correntino de 27 años que está escalando la montaña El Aconcagua, ubicada íntegramente en la provincia de Mendoza, y lleva consigo una bandera que tiene pintadas unas manos que los mismos pacientes del área de oncología del Hospital Juan Pablo II dejaron grabadas en diciembre pasado. En apoyo a los chicos y familias que pelean contra esta enfermedad, decidió llevar este símbolo que los mismos niños del Pediátrico hicieron.
En las últimas horas, antes de la edición, se conoció que seguía escalando. Viajó con un grupo de 12 personas, entre ellos otro joven oriundo de Corrientes y un sacerdote europeo; es la sexta travesía de escalamiento que realiza.
“El lleva la bandera de la fundación, símbolo de apoyo a los chicos que luchan contra el cáncer, para exponer en El Aconcagua. Ismael está realizando este esfuerzo por los niños, lleva consigo la bandera con las manitos pintadas”, contó a El Litoral Patricia Severac, una de las coordinadoras de la Fundación Flexer Corrientes.
Los chicos dejaron grabadas sus manos el 11 de diciembre pasado en una fiesta que realizó la organización en Castillo Mágico, donde festejaron cumpleaños. “Ismael está realizando un acompañamiento simbólico a los chicos que están dando batalla al cáncer”, dijo Patricia.
La fundación tiene como objetivo acompañar a los niños y a sus familia en diferentes situaciones, en Corrientes, realiza esta tarea en el área de oncología del Hospital Juan Pablo II. Las personas que integran esta organización, van al centro de salud una vez por semana para dar contención a las familias, jugar con los chicos y gestionar ayudas; en estos días buscan un avión para trasladar a un paciente al Hospital Garrahan.
“El paciente infantil no deja de ser un niño, lo acompañamos con la contención material y espiritual, con la ayuda de tanta gente que esta predispuesta podemos hacer muchas cosas; además de la colaboración de los voluntarios maravillosos que tenemos llevamos juegos de mesa, pinturas e intentamos cambiar un momento de los chicos, que no piensen que están dentro de un hospital. También charlamos con las mamás que necesitan otro hombro”, comentó Patricia al medio.
Para colaborar con juguetes, ropa u otros materiales, o para ser voluntarios, pueden contactarse ingresando al Facebook, Fundacionflexercorrientescomunidad. También pueden enviar un mail a corrientes@fundaciónflexer.org.
Fuente: El Litoral
Sábado, 25 de enero de 2014