DAKAR 2014
Bolivia: la ciudad de Uyuni recibe al Dakar con toda la pompa
La llegada del Rally Dakar 2014 conmovió hoy a la ciudad boliviana de Uyuni, que preparó un gran recibimiento para los pilotos de motos y cuatris, miembros de la organización y el grupo de prensa extranjera que llegó hasta aquí siguiendo la prueba.La fiesta tiene su epicentro en la Avenida Ferroviaria, la principal del lugar y que desemboca en el Regimiento 4 de Infantería, donde se montó el vivac que recibirá a los competidores y al presidente Evo Morales, que ofrecerá un cena a los visitantes.
A escasos 100 metros del campamento, sobre la avenida Abaroa, se levantó un podio por el que pasarán los competidores, tal como se hace en las ceremonias de la largada simbólica o en los podios que marcan el final de Dakar.
Será la primera vez que la competencia tenga un podio a mitad de carrera, y por el que sólo pasarán los competidores de moto y cuatris, ya que llegarán aquí en etapa maratón.
La ciudad de Uyuni, que tiene una población de 18 habitantes, según el último censo, ha recibido en los últimos días a miles de visitantes del todo el país que no quisieron perderse la fiesta. Sólo desde el departamento de Santa Cruz hasta ayer habían partido 80 micros con entusiastas del Dakar.
La ciudad de Uyuni comenzó a celebrar el sábado la llegada del rally con una “Festival Dakar”, en la Plaza de Armas, donde se montó un gran escenario en el que durante el fin de semana pasarán artistas locales, entre cantantes, grupos melódicos y bailarines de danzas autóctonas.
Una estatua gigante del touareg, la figura que se utiliza en los logos del Dakar, era punto obligado para la foto.
Además se montó un mercado, en la que artesanos llegados de todo el departamento de Potosí ofrecen sus productos, como aquellos que preparan tentadoras comidas regionales, en un clima de verdadera fiesta que comenzó por la mañana.
Las calles de Uyuni parecían un hormiguero, en el que entusiastas del Dakar, enfundados con gorras, remeras y camperas, se entremezclaban con cholas que cargan sus abultados aguayos Allí, en un puestito de figuras talladas están Emigdio y Silvia, que viven a orillas del majestuoso salar de Uyuni y que llegaron hasta la ciudad para vende sus obras talladas en madera quenua, menester al que se dedican con maestría hace 10 años aunque el principal sustento del matrimonio es la producción de quinua, principal cultivo del país.
Las calles de Uyuni parecían un hormiguero, en el que entusiastas del Dakar, enfundados con gorras, remeras y camperas, se entremezclaban con cholas que cargan sus abultados aguayos en la espalda y llevan sus cabezas cubiertas por pañuelos y coronadas por el sombrero bombín, en una de las pinturas más curiosas que ha dejado el Dakar en sus seis años en tierras sudamericanas.
Ese contraste se ve en los puestos que venden los típicos bordados de la zona, los aguayos, los gorros de lana, los ponchos de llama y -claro- ahora también las remeras y las gorras del Dakar, confeccionadas en telar y muy coloridas con la leyenda: Bolivia, Dakar 2014 y la infaltable figura del touareg.
En ese ir y venir frenético sobresaliron los bailarines de danzas típicas con trajes de raso, lentejuelas, enormes cascabeles, plumas, cintas y sombreros, y los grupos de música autóctona, que con sus mejores galas, imprimen aún más color al ya habitual del Altiplano.
Pero el delirio Dakar en Bolivia no sólo se vive en el centro de la ciudad de Uyuni, sino también en algunos tramos de la carrera y en la llegada de la especial en Noel Mariaca, a 33 kilómetros, donde había miles de personas.
Entrada la noche del sábado, mientras en el centro de la ciudad transcurría el festival, en la entrada al salar una veintena de camionetas con calcos del Dakar se habían autoconvocado para comenzar los festejos, en coincidencia con caída del sol.
Los medios locales también le dan una amplia difusión al evento, como la televisión estatal boliviana, Bolivia TV durante estos días emitió programas especiales al mediodía y a la noche, que hoy incluyó la transmisión en vivo de la carrera.
Domingo, 12 de enero de 2014