ANUARIO DEPORTES
Scola y Ginóbili, símbolos y emblemas de vigencia
Luis Scola y Emanuel Ginóbili, los dos emblemas de la Generación Dorada del básquetbol argentino, expusieron sus argumentos de vigencia en distintos momentos de la temporada 2013 que le permitieron al seleccionado de Julio Lamas y San Antonio Spurs devenir en protagonistas en las respectivas competencias que asumieron.
Scola, de 33 años, capitán y ala pivote del combinado albiceleste, tuvo una participación decisiva en el Premundial de Caracas, el torneo que le permitirá a la Argentina ser parte de España 2014.
Ginóbili, de 36, máximo representante y escolta, diseñó una preponderante tarea, a mediados de junio, en la última final de la NBA en donde los Spurs pelearon palmo a palmo con los Miami Heat, hasta perder ajustadamente por 4-3, después de una serie para el infarto.
Corría setiembre pasado y la Argentina atravesaba una instancia inédita en la historia moderna de los campeonatos FIBA América. Una insultante derrota ante la inexperta Jamaica (75-81) dejaba al equipo albiceleste al borde del abismo. Necesitaba ganarle sí o sí a Canadá para alimentar la ilusión de clasificación hacia la Copa del Mundo.
Gonzalo García, asistente técnico del DT Lamas, contó una infidencia vivida en el campamento argentino, horas antes de empezar ese decisivo cotejo ante los canadienses: "Ibamos en el micro camino al estadio (Poliedro de Caracas) y le contaba a Julio (Lamas) que (Luis) Scola siempre aparece en los partidos clave. Me acordé del Mundial de Turquía (2010), de los JJ.OO (Londres 2012). Le dije `Quedate tranquilo`". El número 4 cumplió.
Con un tercer cuarto de ensueño (13 tantos), Scola hizo magia en la zona pintada, ahí donde la vista se nubla y las ideas se acortan. El hoy astro de los Indiana Pacers terminó con 28 puntos y fue el factor principal del triunfo 73-67 sobre Canadá, vital para meterse en semifinales del Premundial y lograr uno de los cupos para España 2014.
Más adelante en el tiempo, en junio, San Antonio y Miami animaban una final NBA irregular, pareja, pero por demás apasionante. Los Heat se repusieron de una caída abismal por 36 puntos y `empardaron` la llave 2-2 con un 109-93, en donde parecían retomar el control del juego. Ginóbili, en ese cuarto juego final, no tuvo una noche para el recuerdo: 5 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en casi 26m. en cancha.
Las críticas, no ya de los especialistas, sino del periodismo en general y de los que se presumen analistas para luego no terminar analizando todo, fueron despiadadas: `Manu` estaba pagando la elevada edad y una temporada `cargada` de inoportunas lesiones, entre otras cuestiones.
"Cada año que pasa, `Manu` es mejor jugador y es más difícil de defender. Acá en la Selección o en la NBA", le contó Scola a Télam, en la previa de los Juegos Olímpicos Londres 2012.
Entonces, en el quinto partido de la serie, el escolta bahiense exhibió esa acostumbrada precisión quirúrgica de sus tiros y esa reconocida capacidad de armador de juego: 24 puntos y 10 asistencias en 33m. para que los Spurs ganaran 114 a 104 y se adelantaran 3-2 en la serie. El número 20 estaba "de regreso" en el equipo que dirige Gregg Popovich.
Por qué Scola y Ginóbili, a pesar de los años, siguen siendo determinantes para un básquetbol argentino que ya tiene listos a los que serán "figuras de recambio" como Facundo Campazzo, Marcos Delía o Matías Bortolín? Porque continúan erigiéndose en símbolos de una camada de jugadores que privilegian el sentido colectivo de conjunto.
Tanto el capitán como el astro exhiben inteligencia en cada una de las acciones que ejecutan dentro del rectángulo, al igual que sus compañeros Andrés Nocioni, Carlos Delfino o Pablo Prigioni, por citar algunos casos. Y, entonces, los dos, Scola y Ginóbili, Ginóbili y Scola, garantizan entrega, solidez y vigencia en un seleccionado argentino que no se resigna a ocupar los puestos de elite dentro de un básquetbol mundial cada vez más competitivo.
Sábado, 28 de diciembre de 2013