TORNEO INICIAL
Racing pegó un grito de alivio cuando más lo necesitaba
Le ganó 1-0 a Olimpo en Bahía Blanca con un gol de Zuculini, en un choque pesado por los promedios.“Aunque llueva, nieve o truene, te tenés que levantar”. Esta bien podría ser una melodía que defina el sentir de este Racing, que ayer dio el primer paso a la recuperación. Le ganó a Olimpo uno de esos partidos que antes perdía. No jugó bien, es cierto, pero con la entrega del complemento le alcanzó para avanzar un casillero, después de seis derrotas en fila.
Sigue última la Academia. Aunque ahora es otra cosa, luce mejor. Paso a paso, se recupera. Aunque habrá que chequear semana tras semana hasta dónde llega la mejoría.
Venía con una crisis de identidad, Racing, su DNI tenía borroneada la foto, y desteñido el nombre. Después de todo, cómo no van a estar confundidos los jugadores, si en 13 partidos ya tuvieron cinco técnicos. Eso sí: este plantel es el principal responsable de su propia maldición. Y anoche, que se jugaba una parada clave, dijo presente. Ganó una finalísima para empezar a sumar y emparchar un poco esta descosida campaña. Con la actitud del complemento, cortaron una malaria de 14 partidos sin ganar (12 derrotas -2 por la Copa Sudamericana- y 2 empates).
Racing entró complicado y aturdido. Mostaza Merlo había hecho debutar al lungo Gastón Campi (22 años), que anduvo perdido, pero a la media hora se acomodó y sacó el único remate de peligro que tuvo el visitante en el primer tiempo. La otra llegada clara fue un testazo de Ortiz, que Champagne envió al córner. Así y todo, con todo su nerviosismo a cuestas, el pibe Campi fue útil marcando a Vuletich, el potente delantero bahiense.
Llamativamente, hubo otro tipo de nerviosismo, ese que paraliza, o que hace perder la sensibilidad. No se explica, si no, que Villar haya entregado mal la pelota cinco veces en 45 minutos, o cómo Saja salió mal dos veces seguidas en el comienzo, sin entregar la seguridad de otros tiempos.
Las ajustadas dimensiones del campo de juego (que estaba rápido por la intensa lluvia) no ayudaban, es cierto, a la aparición de los circuitos de juego. Pero, así y todo, Olimpo era más en el inicio. Lo tuvo en los pies de Villanueva, que se nubló en el área, tras una exquisita puñalada de Rosales.
En el complemento, el partido ganó en intensidad. Ya no se vio a De Paul yendo a tirar un corner caminando. Hubo fallas, es cierto, porque Sarulyte se lo perdió sin marca. Pero el equipo reaccionó. Y en la réplica, Zuculini, que batalló como un león, se vistió de salvador. Y en posición de 9, puso el 1 a 0 luego de una buena asistencia de Villar. Racing cortó así una racha de 629 minutos sin convertir. Desde los 10 hasta los 25 se vio lo mejor de Racing en ataque, ante un equipo que, como se adelantó, se desordenó y regaló espacios.
Pudo haber aumentado Gómez (rozó el travesaño) y luego Zuculini (le desviaron un remate con destino de gol), pero no. La ilusión de Olimpo, que perdió el manejo de la pelota, se sustentó en los pies de Gil, criterioso y rápido para distribuir la pelota. Y en los errores defensivos de Racing, que a 20 minutos del final sufrió con una mediavuelta de Sarulyte casi en el área chica.
Perazzo buscó desde el banco lo que sus jugadores no podían en la cancha, mientras que Moiraghi perdió el control y fue expulsado por un cobarde pisotón a Viola. Después, Mostaza quiso controlar la embestida con el ingreso de Aued (¡sí, el siempre relegado Aued!) y lo pudo haber ganado por más, pero Viola definió mal un rebote de Champagne. Luego, Hauche, que entró por Viola, tampoco pudo. Un día, la mufa se cortó.
Lunes, 28 de octubre de 2013