NADA DE EMPUJONES
Hubo piñas de verdad en Sarandí
El fútbol argentino ha protagonizado un nuevo hecho de violencia y en este caso, fue muy superior al de Godoy Cruz-Boca de hace una semana. Los jugadores de Arsenal y Gimnasia y Esgrima La Plata se tomaron a golpes de puño, con la policía involucrada y varios ayudantes de ambos lados. Pereyra quiso sacar ventaja de un pique, los locales pretendían que devolviera la pelota, Marcone le tiró un codazo, Aguirre dos cabezazos y allí se desató el 'todos contra todos'. ¿Resultado? CINCO EXPULSADOS Y UNA VERGÜENZA.
Arsenal y Gimnasia y Esgrima La Plata empataban 1 a 1, hasta que sobre el cierre se armó un escándalo similar o peor -mucho peor- al que ocurrió la semana pasada entre Godoy Cruz y Boca. Facundo Pereyra le dio rasante hacia Campestrini, en vez de devolver el balón, a la salida de un pique. A partir de ahí, un codazo de Iván Marcone primero hizo que discutiera con el delantero del visitante, quien después se enfrentó con Nicolás Aguirre, que le tiró dos cabezazos.
A partir de ahí, el clima subió y un asistente del público local golpeó a Iván Borghello, lo que hizo que se descontralara todo en el campo de juego, porque se agarraron todos a golpes, con la policía en el medio tratando de separar y enfrentándose con los jugadores. De esta manera, todo se cerró con un clima caliente y el árbitro Darío Herrera expulsó a Franco Mussis, Gastón Díaz y Matías García en el visitante, mientras que Damián Pérez y Nicolás Aguirre en el local. Otro papelón del triste fútbol argentino.
Sábado, 26 de octubre de 2013