PROTESTA EN EL ÁRTICO
Rusia dictó dos meses de prisión preventiva para los activistas argentinos
La Justicia rusa dispuso la prisión preventiva por dos meses de la mayoría de los activistas de Greenpeace detenidos el jueves en el Ártico, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez. Algunos de los ecologistas "deberán volver a declarar, es probable que por problemas de intérpretes", dijo a Télam una vocera de la ONG, en el marco de la investigación por piratería que les siguen en la ciudad de Murmansk.
La fuente confirmó que la justicia rusa ya dispuso los dos meses de prisión preventiva para la joven argentina, que realizaba su primera misión de esa envergadura, y Pérez, miembro de Greenpeace Internacional, tal como hizo desde primera hora a medida que los activistas prestaban declaración.
Los treinta activistas de Greenpeace viajaban en el rompehielos "Arctic Sunrise" y desde allí intentaron escalar la plataforma petrolera de Gazprom, en el mar de Pechora, para alertar sobre el peligro que la actividad implica en esa zona, rodeada de tres reservas naturales.
Los treinta activistas de Greenpeace viajaban en el rompehielos "Arctic Sunrise" y desde allí intentaron escalar la plataforma petrolera de Gazprom "Tengo en mis manos los documentos que confirman que ya son diez los condenados a dos meses de prisión preventiva. Son ciudadanos de Rusia, Francia, Turquía, Polonia, Suecia, Canadá y Nueva Zelanda", dijo más temprano Antón Beneslavski, coordinador de programas de la organización ecologista en Moscú, citado por la agencia DPA.
Según otras fuentes, también ha sido prolongada por dos meses la detención del capitán del buque "Arctic Sunrise", de nacionalidad estadounidense.
A otros tres activistas, ciudadanos de Rusia, Ucrania y Holanda, les han prolongado el arresto por otros tres días hasta una nueva audiencia.
Todos los tripulantes del Arctic Sunrise pueden afrontar cargos de piratería en el marco de la investigación penal abierta por el Comité de Instrucción (CI) ruso tras su acción de protesta en el mar de Pechora el pasado jueves, pese a que el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció esta semana que, obviamente, los activistas no son piratas.
Tras la protesta junto a una plataforma petrolífera del gigante Gazprom, el rompehielos fue apresado por la guardia de fronteras rusa y sus tripulantes detenidos, tras lo cual, y una vez remolcado el buque hasta el puerto de Múrmansk, fueron trasladados a tierra para comparecer ante la justicia.
"La medida de prisión preventiva es ilegal y la sospecha (de piratería) es absurda", señaló Greenpeace Rusia en un comunicado.
La organización recordó que durante "la acción de protesta pacífica no se usó la violencia, no hubo asalto ni apropiación de bienes ajenos, ni tampoco intento de hacerse con el control sobre un navío", por lo que no tiene sentido la causa penal por piratería abierta por el CI.
Jueves, 26 de septiembre de 2013