PROYECTO
Estados Unidos acepta no incluir la amenaza militar al proyecto de la ONU sobre el conflicto en Siria
Rusia se anotó un nuevo triunfo en la negociación del conflicto de Siria, al conocerse esta noche que Estados Unidos aceptará no incluir al proyecto de resolución de la ONU la amenaza de una acción militar contra Damasco si el gobierno sirio incumple su compromiso de entregar las armas químicas que posee.
La información, revelada por fuentes diplomáticas a las agencias de noticias EFE y DPA, marca un drástico cambio en la posición de Washington ante la presión de Rusia para evitar que se desmoronase una vez más la posibilidad de alcanzar una salida negociada al conflicto en el país árabe.
El proyecto de resolución de la ONU es discutido en esta ciudad por los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, y de Rusia, Sergei Lavrov, quienes deben precisar aún las modalidades del control y destrucción del arsenal de armas químicas sirio.
Las delegaciones de ambos países, conformadas por expertos en armas químicas, desarme y seguridad, se reunieron hasta muy entrada la noche suiza, sin la presencia de Kerry y Lavrov, quienes volverán a reunirse por la mañana del sábado antes de ofrecer una rueda de prensa conjunta, dijeron las fuentes.
Hasta hoy, Estados Unidos insistía en que la amenaza conste en la resolución, mientras Rusia lo rechazaba terminantemente sostenido en el argumento de que el presidente de Siria, Bashar al Assad, solicitó ayer a la ONU sumarse a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW).
Al Assad, no obstante, condicionó esa colaboración a que Estados Unidos deje de amenazar con un ataque militar.
Previamente, Lavrov y Kerry habían anunciado un acuerdo para definir a fines de septiembre la fecha de la cumbre para la paz "Ginebra II".
El anuncio lo realizaron en rueda de prensa junto al mediador de la ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, quien desde hace quince meses está al frente de una misión diplomática que busca poner fin a la guerra civil que ya causó más de 100.000 muertos y al menos 2 millones de refugiados.
La reunión en la que se fijará la fecha de la cumbre, que da nuevo oxígeno a la opción diplomática en medio del extenso conflicto, tendrá lugar en Nueva York el 28 de septiembre, al margen de la Asamblea General de la ONU de la que Kerry y Lavrov también participarán.
"Discutimos sobre el trabajo que cada uno tiene que hacer" para que se concrete la conferencia de paz donde las partes involucradas en la guerra civil siria definirán la salida al conflicto y en la que necesariamente debe haber representantes de ambos bandos, explicó Kerry.
"Ambos estamos muy preocupados por el aumento de la espiral de destrucción en Siria. Las dos partes están provocando cada vez más refugiados y más catástrofe humanitaria", expresó el secretario de Estado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, en tanto, se mostró hoy confiado en que las negociaciones en Ginebra den su fruto para poner bajo control internacional el arsenal de armas químicas sirias, aunque subrayó que cualquier acuerdo que se logre debe ser "verificable y ejecutable".
La posibilidad de supervisión internacional del arsenal, que dio un brusco giro a los acontecimientos en momentos en que Washington amenazaba con un ataque inminente a Siria -país al que acusa de utilizar armas químicas contra civiles-, abrió una luz a la vía diplomática, negociación que parecía haber entrado en vía muerta.
El ataque químico, perpetrado el 21 de agosto en las cercanías de Damasco, fue acreditado por la organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF), pero sobre su autoría existen acusaciones cruzadas entre el Ejército y los rebeldes armados, aunque aún no se conoce oficialmente el resultado de la investigación realizada sobre el terreno por expertos de la ONU.
Sobre ese informe, precisamente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anticipó hoy que se conocería el lunes y que aportará pruebas "abrumadoras" sobre el uso de armas químicas en el ataque contra civiles y posiciones rebeldes, algo que no figuraba en el mandato original de esa comisión, aunque no identificó a los responsables.
Sin embargo, Ban señaló al gobierno sirio como responsable de haber cometido "muchos" crímenes contra la humanidad.
El conflicto en Siria comenzó a principios de 2011 como una protesta pacífica contra el gobierno, cuyo partido, el Baas (Renacimiento), llevaba más de medio siglo en el poder.
Recién después, Al Assad admitió la necesidad de cambios y comenzó a implementarlos, pero el conflicto fue recrudeciendo y ocupó todo el horizonte.
Con el correr de los días y los enfrentamientos, el reclamo inicial de una apertura democrática se convirtió en una sangrienta lucha entre las fuerzas armadas y distintos grupos de insurgentes armados, entre los que hay mercenarios extranjeros y miembros de Al Qaeda que tratan de controlar territorios.
Sábado, 14 de septiembre de 2013